SOFA, fantasía y ocio que inspiran un negocio millonario

Por Lourdes Molina Navarro (*)

Especial para ABC de América

“Un lugar donde todos tus sueños pueden hacerse realidad, el espacio  donde puedes encarnar tus imposibles, la fantasía vestida de nostalgia, donde simplemente puedes ser tú, aquí no hay máscaras, aunque haya miles, aquí eres libre, la feria que esperas cada año para lucir el disfraz que imaginaste, una burbuja en medio de una ciudad dantesca como Bogotá, que permite dar rienda suelta a tu imaginación durante cinco días, la vitrina perfecta para mostrar lo que eres capaz de crear y de compartir con la gente que acude a esta cita”, estas y otras frases son producto de una encuesta que hice entre varias personas que participaron en SOFA, el Salón del Ocio y la Fantasía, considerada una de las ferias de hobbies más grandes de Latinoamérica, que finalizó ayer en Corferias.

Hablé con consumidores de entretenimiento, con proveedores de diversidad de artículos en sus stands, desde ropa, cuadros, lámparas, esculturas, diseños de Halloween, terror, superhéroes y personajes de película tan famosos como el Jocker, varios de ellos caminaban con su risa cínica entre la multitud, con personas comunes y corrientes que fueron a disfrutar del espectáculo, mostrando sus atuendos, cada uno más raro e inverosímil que otro, como el hombre árbol, la gátubela diabla o una diosa llegada del país de Nunca Jamás, con diseñadores gráficos, animadores, escritores de cómics, ilustradores, fotógrafos, videográfos y cineastas, porque en realidad SOFA reúne una élite intelectual envidiable, donde impera la creatividad y toma fuerza la Economía Naranja, que le ha visto el filón de oro a esta megaindustria y con razón.

Y es que SOFA, nacida en 2009, con el propósito de darle visibilidad a un mercado como el de las aficiones, donde el cómic, la literatura fantástica y los videojuegos tuvieran su propio escenario, representa un espacio en el cual se busca promover los hobbies como una forma rentable de negocio, apoyar las nuevas y también las ya posicionadas industrias creativas, y además ser una vitrina para todos los seguidores del deporte, de las culturas urbanas, los juegos de rol, los videojuegos, el Cosplay y el anime.

En esta décima versión de la feria, realizada entre el 10 y 14 de octubre, se desarrollaron más de 400 actividades, hubo diversión para todas las edades, 23 pabellones y áreas al aire libre, se adelantó una final nacional del World Cosplay Summit, donde por primera vez se eligió una pareja que irá a Japón, a representar a Colombia en el evento de Cosplay más importante en el mundo.

Esta industria donde se pasean como Pedro por su casa, los diseñadores gráficos, los desarrolladores digitales, de software y animación, el mercadeo automatizado, el desarrollo de realidad virtual, en muchos casos elaborada por creativos y cineastas, también la industria editorial en varias facetas de literatura, registra que se lograron transacciones comerciales y acuerdos de negocios, durante los días de la feria, por más $5.000 millones, en promedio, según empresarios participantes consultados por ABC de América.

Historias de afición que se convirtieron en grandes negocios

Como un personaje también de cómic, que representa al empresario joven, de sonrisa franca, seguro y dispuesto a contar sus logros, aparece Nicolás Rodríguez, fundador y CEO de 7gLab, quien le dice a El Economista, en el marco de SOFA,que tiene el gusto de presentarme a Zambo Dendé, un cómic colombiano que narra la travesía del primer hijo zambo que nació en Suramérica.

“Con este personaje, que nació alrededor de ocho años, la compañía que dirijo, 7gLab, se posicionó en el ámbito internacional. Yo creé a Zambo Dendé con la idea de demostrarle al mundo del entretenimiento, que en Colombia se pueden hacer cosas bien hechas y las historias no tienen que ser de narcotráfico por ejemplo, sino que a través de una figura de ficción, la gente va a conocer la historia de Colombia y de Latinoamérica desde el siglo XVI, es decir la época de La conquista, llevada al mundo de los cómics, representando un héroe colombiano, que unirá dos mundos, conectándose en el siglo XXI”, expuso Rodríguez.

Manifestó que más allá de la creación del personaje, la firma quería tener una pequeña franquicia al estilo de Hollywood “y en esto vamos muy bien” expuso el creador y escritor de este cómic, que adicionalmente incluye, por detrás, una serie animada y juguetes.

“La finalidad fue una estrategia de desarrollo en 360, es decir, crear una historia con impacto global en imagen real, en cómic, en la parte editorial, en videojuegos, aplicaciones móviles y redes sociales”, argumentó el empresario.

“Soy diseñador industrial, tengo 42 años, me fui por esta línea y establecimos una empresa que hace contenido y producción audiovisual, escribimos, producimos y dirijo todas las piezas de audiovisuales. Hace diez años atrás, tenía una compañía de publicidad y aunque me iba bien no era feliz y un día dije: vivamos del hobby! Hoy tenemos 18 productos, otros cómics, construí una agencia diferente y le hacemos contenido a Netflix y a Disney. Nuestros productos no traen violencia explícita, siempre tratamos de hacer mensajes y contenidos positivos, también tenemos el guión de la película de Zambo Dendé y estamos esperando luz verde por parte de Netflix para comenzar “, relató Nicolás Rodríguez.

Indicó que el trabajo ha sido arduo pero ha valido la pena y que hoy la compañía cuenta con 12 diseñadores in house, de un equipo de trabajo de más de 150 personas, especializados en diseño, en arte, en creación de contenidos, ilustradores y en 3D, entre otros aspectos.

Por último señaló que la oferta colombiana en animación digital, desarrollos audiovisuales, videojuegos, software y aplicaciones móviles está madurando y cada vez más se abre mercado en un planeta ávido de entretenimiento y allí lo clave es marcar diferencia.

Una pasión de la niñez es el éxito de hoy 

Tuve la oportunidad de asistir a la rueda de prensa y hablar con uno de los invitados especiales a SOFA, el ilustrador y animador mexicano, Hugo Blendl, quien hace parte del equipo que le da vida a Rick and Morty, serie animada ganadora del Emmy en 2018.

Hugo Blendl tiene 24 años y es un artista que se dedica a la animación en 2D, aunque también estudió modelado 3D con la idea de participar en el diseño de películas.

Su pasión y vocación comenzó desde niño, porque sentía fascinación por  ver dibujos animados en la televisión, especialmente los Simpsons y Dragon Ball. Dijo “que gracias a mis padres negligentes, la televisión me crió y esto me inspiró a dibujar y aunque nunca he sido un alumno ejemplar, la mayoría de asignaturas se me daban mal, pero yo me la pasaba dibujando y dibujando…”

Cuenta que pocas veces entregaba una tarea y cuando lo hacía, dibujaba comics. “Yo me sentía plenamente feliz dibujando y por eso quise dedicarme a ello”.

Blendl señala que estudió animación durante un año en Vancouver, Canadá, y que su objetivo era sacar rápido el título para aprender en el mundo de la industria, el único lugar donde de verdad podía comprender cómo funcionaba todo, así como se lo indicaban sus maestros: “ve lo más pronto que puedas a trabajar, no pierdas tiempo y dinero”.

Al preguntarle por las influencias que ha tenido en su vida, sus personajes favoritos y sus aficiones, manifiesta que en un principio, los Simpsons fueron materia prima fundamental, hoy ya no le gusta en lo que se han convertido, pero fueron muy importantes y también  los cómics de Marvel y su mentor el español Pedro Delgado.

“Entre todos estos estilos, apareció el mío. Me gustan los villanos, mi favorito es el Joker y en mi tiempo libre suelo tocar guitarra y batería, montar en longboard (tabla larga) y escuchar música…”

Para finalizar le pregunto por el futuro y dice que le gustaría tener su propio estudio de animación y que está trabajando para hacer ese sueño realidad.

Feria de oportunidades

De acuerdo con expositores, diseñadores y todo tipo de profesionales del arte, con los cuales pude compartir impresiones, y que tuvieron la oportunidad de mostrarse, incluso en vivo y en directo a través de grandes talleres donde pudieron pintar e ilustrar obras de gran tamaño a la vista de los visitantes, el paso del tiempo en Colombia, ha demostrado que la creatividad, la persistencia y el trabajo duro, pueden convertir una afición en un estilo de vida y en un negocio rentable.

Me contaron casos de pequeñas empresas que nacen por la afición de las personas, incluso habiendo estudiado otras carreras y de pronto, en un momento de sus vidas, dan un viraje y deciden entrar a este fascinante mundo desde la visión empresarial y enfocarse en sacar partido de sus gustos en particular.

“Una afición puede ser desarrollada dentro de un ámbito económicamente rentable, académicamente saludable y puede ser muy beneficioso para todos, nosotros nos especializamos en hacer disfraces que nadie tendría, vestimos a dioses”, señaló una representante de Samadhi, cuyo eslogan es: “Donde la fantasía se hace realidad…vistiendo una obra de arte”.

Representantes de la firma Ramón Isurra señalaron que “a veces la gente piensa que por tratarse de una afición se requiere menos trabajo y es todo lo contrario, hacer de la afición un estilo de vida requiere mucho más empeño y un fuerte trabajo de investigación, pero se pueden lograr las cosas”.

De igual forma, un vocero de Confecciones Angela Beltrán, aseguró: “es un cambio cultural, hoy la gente pueda vivir libremente de sus hobbies, en la actualidad cualquier tipo de afición, bien orientada por supuesto,  puede ser desarrollada dentro de un ámbito económico con éxito.”

(*) Periodista y escritora especializada en temas económicos y empresariales, Magister en Estudios Políticos.