Pensionarse puede convertirse en una misión imposible en las condiciones económicas de Colombia

Mientras una buena parte de la fuerza laboral avanza en conteo regresivo para lograr su pensión, a los 57 años mujeres y 62 años hombres, los analistas pronostican que no se pueden garantizar mesadas vitalicias.

Según plantea un documento de ANIF,  pesar de los alivios provenientes del llamado bono demográfico en los países desarrollados (con un promedio de menos de dos hijos por pareja), las presiones fiscales derivadas de mayores gastos en seguridad social han continuado escalando.

Como si fuera poco, las posiciones de centro-izquierda en sus parlamentos abogan por expandir esos subsidios de la seguridad social en pensiones-salud al propio mercado laboral-salarial.

En América Latina, especialmente México y Colombia, se han hecho progresos hacia una mezcla de sistemas de administración privada con soporte de recursos públicos. Sin embargo, sus costos continúan amenazando las finanzas públicas.

Colombia debe trabajar en ambos lados de la ecuación presupuestal de la seguridad social: de una parte, tiene que acotar las generosas y regresivas pensiones que hoy ofrece Colpensiones y trabajar en un mejor ordenamiento de los gastos en salud; y, de otra, debe concientizarse de que se requieren más recaudos tributarios para evitar una trayectoria insostenible de nuestra deuda pública.

Los discursos populistas de salario para los desempleados o garantía de pensión vital para todos los mayores de 62 años son claramente irrealizables bajo las circunstancias actuales, concluye el planteamiento de ANIF.