No disparen, soy Colombia

Por Lourdes Molina Navarro

Especial para ABC de América (*)

Indignación, rechazo e impotencia, son sentimientos que se mezclan con el desconcierto de la gente y las ganas de creer y aferrarse a que todo va a mejorar en Colombia, un país que difícilmente volverá a ser el mismo, luego de toda la avalancha fatídica de hechos que, sin duda, lo han estremecido hasta sus cimientos, completando hoy 33 días de paro duro.

¿Quiénes marchan?

La nación vive no solo una noche oscura, porque es justo cuando caen las sombras cuando pasa todo lo peor, sino también unos días que duelen y perturban, porque aparte de la gente que sale a las calles, muchos jóvenes, -estudiantes en su mayoría-, que levantan su voz a través de la marcha pacífica, arengas y pancartas, hay miembros de sindicatos, maestros, jubilados, trabajadores y profesionales de diferentes sectores y hasta amas de casa.

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Pero en este río revuelto de insatisfacción se cuela todo: la delincuencia organizada, el narcotráfico, las disidencias de la guerrilla de las Farc, el paramilitarismo, la migración venezolana, los vándalos, los desplazados, los que se sienten sin oportunidades, los resentidos, los desempleados y los inconformes; no hay filtro alguno y no hay antídoto para el odio, exacerbado por la bomba de tiempo de la desesperanza, de la pandemia, de las redes sociales que disparan sin cesar todo tipo de mensajes, e incluso de medios de comunicación que vomitan contenidos políticos en direcciones ideológicas extremas y no desde la responsabilidad de la información veraz.

Pasada esta página, seguro habrá un antes y un después, pero ahora la puesta en escena es demasiado dolorosa y parece una película de horror, donde un grupo de desadaptados ha pretendido quemar vivos a varios policías, en el interior de un CAI,  estaciones de transporte destruidas y quemadas, bloqueos a las carreteras durante días y por las vías de hecho, gente que no se sabe de dónde sale, que cobra peajes y no permite pasar a los vehículos que llevan alimentos, medicamentos, servicios de primera necesidad, retención ilegal de un bus de Transmilenio y hasta personas que van en ambulancias, incluidos dos bebés que perdieron la vida.

Un desabastecimiento nunca visto, que pone en riesgo la seguridad alimentaria de los colombianos, un número que pasa de medio centenar de muertos y por lo menos 100 de desaparecidos.

Casos inaceptables de abuso de la fuerza pública, es el resultado que hoy nos cuestiona a todos los que creemos como yo, profundamente en el Estado, en el establecimiento y en la institucionalidad, llamada a protegernos, en qué está pasando y cómo llegamos hasta aquí.

Es imposible aceptar que haya gente que vulnere los derechos humanos de otros, que haga bloqueos que le impidan a las personas movilizarse, llegar a sus trabajos, a sus casas, al médico, estos son actos que no pueden tolerarse.

Cualquier forma de violencia o abuso, venga de donde venga, es una violación a los derechos más sagrados del ser humano. A la gente le asiste razón para salir a protestar por todo aquello en que no está de acuerdo, es un derecho consagrado en nuestra Constitución Nacional pero debe haber sanciones ejemplares para los violentos y los vándalos. 

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Pandemia y contexto internacional

Es claro y así hay que reconocerlo también, que la situación que afecta a Colombia no es exclusivamente responsabilidad del gobierno del Presidente Iván Duque. Por ejemplo, la pandemia por la cual atravesamos desde hace más de un año, es un tema que ha afectado a todo el planeta, a unos países más que a otros, de acuerdo con sus posibilidades económicas y su capacidad de respuesta para manejar adecuadamente un asunto de salud pública de esta envergadura, así como el proceso de vacunación. Igualmente hay sectores productivos en Colombia que han sufrido mucho, y el cierre de innumerables negocios pequeños y medianos ha disparado la pobreza, así como la crisis económica internacional, que nos toca igualmente, y la caída de los precios de productos como el petróleo.

Pero lo que hay que tener presente es que la pandemia sigue siendo prioridad del Estado y que no ha pasado, por el contrario, sigue creciendo a un ritmo elevado y las vacunas no parecen ir al mismo compás, aunque se hacen esfuerzos. El riesgo de un colapso del sistema sanitario por falta de UCI y una multiplicación de contagios es alta, toda vez que en materia de vacunación, a cifras del 27 de mayo, según el Ministerio de Salud, se han aplicado 8,84 millones de dosis, es decir los inmunizados son cerca de 3,19 millones.

La reforma tributaria, el detonante

Tampoco puede desconocerse que al país le hizo un gran daño que se presentara al Congreso de la República el proyecto de reforma tributaria, y son muchos los que abiertamente culpan al exministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, de esta situación de caos que habría podido evitarse; uno de ellos es el expresidente Cesar Gaviria, quien manifestó su inconveniencia en la actual coyuntura, dada la tensión social generada por la pandemia y el enorme malestar de la propuesta de impuestos a las clases medias, tan duramente golpeadas en estos tiempos.

Gaviria señaló que quienes lo criticaron “por juzgar con tanta severidad al exministro entenderán ahora los inmensos daños que le hizo a nuestra nación”, al tiempo que expuso que si el Partido Liberal vota por impuestos, más adelante, “será para apoyar a los vulnerables, para las pequeñas y medianas industrias que no recibieron el apoyo del Estado y en eso nos identificamos con la Andi”.

El Gobierno respaldó y apostó por dicha reforma y peor aún, tardó en retirarla. Cuando lo hizo, la caja de Pandora de una problemática social, sin precedentes, ya había soltado todos sus demonios.

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¿Qué dice el Gobierno?

El Gobierno ha llevado a la mesa de negociación temas como la vacunación masiva, la no violencia, protección a los más vulnerables, reactivación segura, estabilización de las finanzas públicas y matrícula cero.

El Presidente Duque ha anunciado que está dispuesto a “negociar” con el Comité de Paro, no obstante, hay gente protestando en las calles que dicen que no se sienten representados por las peticiones de dicho Comité.

El Estado colombiano ha pedido a los manifestantes que despejen las vías del país para permitir el normal abastecimiento de alimentos y medicinas.

Por ahora, las temáticas tienen coincidencias de una y otra parte y el llamado es a que las partes logren sentarse y llegar a acuerdos que contribuyan a sacar al país de esta angustiosa crisis, una de las peores que ha afrontado Colombia en los últimos años.

¿Qué pide el Comité del Paro?

“Exige negociación no diálogo”. Luego de retirada la reforma fiscal por parte del Gobierno, y la reforma a la salud, que contemplaba privatizaciones, se pide fortalecimiento de una masiva vacunación, renta básica de por lo menos un salario mínimo legal mensual y defensa de la producción nacional.

En las marchas se le han hecho al Gobierno una serie de reclamos que exigen acciones efectivas contra la brutalidad policial, porque la indignación ciudadana ha ido en aumento. Las marchas más concurridas han sido en Bogotá, en diferentes puntos de encuentro, Monumento Los Héroes y Plaza de Bolívar, así mismo en Barranquilla, Cartagena y Montería, Bucaramanga y Cúcuta.

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Cali, la más golpeada

Cali ha sido un tema muy duro en la ola de violencia desatada en el país, es la tercera ciudad de Colombia y la principal del Pacífico. Aquí la Minga ha sido protagonista de marcha pacífica mientras los civiles armados nos han hecho ver un acto muy grave, disparando en medio de las protestas.

“Los bloqueos en el corredor Buga-Buenaventura han generado graves afectaciones a las operaciones de comercio exterior en el puerto, a la economía colombiana y a la comunidad de Buenaventura”, señaló Angélica Mayolo, presidente ejecutiva de la Cámara de Comercio de Buenaventura.

Expuso que el puerto es responsable de 35 % de las importaciones no minero-energéticas del país, y de 32 % de las exportaciones. En granel, los principales productos que ingresan por Buenaventura son maíz, trigo, soya y fertilizantes y en contenedores insumos para el sector farmacéutico, manufacturero, alimentos, tecnología y dotación de equipos. Por el lado de las exportaciones, los principales productos son café y azúcar.

De acuerdo con cifras de la Cámara de Comercio de Cali, se estima que en el Valle del Cauca se están perdiendo alrededor de $100 mil millones diarios a causa del paro nacional, pérdidas en este mes que superan los $4 billones, es decir 4 % del PIB del Valle del Cauca.

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Economía en declive

Las pérdidas económicas representan más desequilibrio social, menos empleo y menos estabilidad. El paro le ha costado al país alrededor de $11 billones, lo cual se deduce del costo diario de cada día de bloqueo que es de $484.000 según estimaciones estatales.

José Manuel Restrepo Abondano, ministro de Hacienda y Crédito Público, explicó que “esto se debe especialmente a los cierres, los bloqueos, las vías de hecho y los actos vandálicos, entre otros temas. Pero también hay un impacto por la devaluación y por el aumento de las tasas de interés a las que prestan al país”.

Restrepo Abondano indicó que entre los sectores más afectados se encuentran comercio, hotelería, manufacturas, transporte, agro y construcción y se han identificado riesgos en la producción de aguacate Hass, arroz, banano, café y pescado.

Voz gremial y empresarial

Tras el tremendo impacto que el paro le ha propinado a la reactivación económica, a la generación de empleo, y al bienestar de los colombianos, en general, así como ha vulnerado sus derechos, el enérgico llamado de los gremios no se hizo esperar. El Consejo Gremial Nacional, expresó a los líderes del paro la necesidad de levantarlo de forma inmediata.

El gremio vocero de los empresarios, precisó que el sector empresarial, está conformado en 98 % por micros y pequeñas empresas y que esta situación profundiza la crisis económica que ya están viviendo.

Dijo que el CGN respeta el derecho a la protesta pacífica y considera fundamental que se avance en los espacios de diálogo con los comités de paro de sus territorios, pero rechaza categóricamente los bloqueos y actos vandálicos, en lo cual coincidieron gremios como la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC y La Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma.

El CGN manifestó su apoyo al Presidente de la República, a la Policía Nacional y a las Fuerzas Militares para que en el marco de la Ley se garantice el orden público y la protección de los derechos de todos los colombianos, retornando la tranquilidad en el territorio nacional, confiando en la capacidad del Estado para que, dentro del respeto por la Constitución, se cumpla con el mandato de restablecer el orden público, lo cual compartió el gremio de los palmicultores.

“Desde Fedepalma reiteramos nuestro respaldo y acompañamiento al Presidente de la República, al Gobierno Nacional, a las autoridades locales, a nuestros policías, soldados, demás integrantes de la fuerza pública, y ponemos a disposición nuestros buenos oficios y los de la comunidad palmera”, agregaron.

Fedepalma aseguró que en el marco del espíritu democrático se deben abrir espacios de diálogo constructivo con la participación de todos los sectores sociales, pues esa debe ser la forma de interlocución legítima en el país.

La SAC por su parte, en cabeza de Jorge Bedoya rechazó los actos de vandalismo en medio de protestas, los ataquescontra la vida de integrantes de la Policía Nacional y ciudadanos en general y la vulneración del derecho a la movilidad y el trabajo de miles de ciudadanos, productores de alimentos y transportadores, entre otros.

Defendió la seguridad alimentaria, señalando que los bloqueos afectan el normal tránsito de alimentos hacia los centros de consumo y de los insumos utilizados en sus procesos de producción.

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Revolcón ideológico desde la sotana y la omilía

No menos sorprendente fueron las declaraciones esta semana a La W Radio del Arzobispo de Cali, Darío Jesús Monsalve Mejía, quien dijo: “Los hechos desbordan los relatos y las palabras. No nos queda a quien reclamarle, porque la sordera es la primera “respuesta” de la terquedad”.

Dejo varias de sus frases entrecomilladas para la reflexión: “Vamos en un punto en el que sólo nos queda volvernos sobre nuestra propia libertad y acción. Solo nos quedan la fidelidad a valores y principios de vida y la disciplina social de la palabra, de romper cercos y prejuicios, de promover acuerdos de emergencia y de aplicación personal, doméstica, entre vecinos territoriales, gremios e instituciones”.

“Todo, con la cooperación en redes y medios. Y con la fuerza misteriosa y espiritual del Dios o del Ser Superior presente en la propia consciencia”.

“Se proclama a los cuatro vientos una “reforma tributaria”.  Algo obtuso en su concepción, inoportuno en su concepto, inviable en su contexto”.

“Pero algo válido, paradójicamente, en la pretendida filosofía de “solidaridad sostenible”.  Porque es lo único salvable, quizás, de ese lenguaje engañoso que reviste, exactamente lo contrario, la sostenibilidad del “status quo” en el desastroso esquema del gobierno actual. ¡Más sobre la teoría de la irrigación descendente del poder económico sobre la miseria de los excluidos! ¡Más de la “economía  naranja” basada en el “exprimidor” y en los agregados de agua!”

“Lo que tendríamos que buscar es la solidaridad de quienes tienen el deber de pagar la gigantesca deuda social, empezando por la intervención que garantice sustento, territorio, techo, trabajo, especialmente el de economía familiar y de autoabastecimiento nacional.”

“Nacionales y migrantes necesitan cobertura de “piso” y garantía legal de ingreso. Estado y privados tendrían que concertar una AUTORREFORMA en esa dirección”.

“Solo garantizando piso y sustento a todo hogar y hogar comunitario a todo destechado y hambreado, en un país lleno de baldíos, de latifundios y propiedades en el limbo de la “extinción”, de tierras suburbanas y extensiones remotas, se podría pensar en esta base o cimiento de sostenibilidad y de crecimiento sostenible, hacia condiciones dignas y pacíficas de vida.

“Quizás esta sea la última oportunidad para la humanidad y el planeta, en riesgo de desaparecer como biosfera que no encontró su equilibrio y armonía para mantener la vida. Desaparecer como género humano es ya, tristemente, una posibilidad a la vista”.

“La AUTORREFORMA y no unos ciclos de revueltas y vandalismo, que acelerarían la autodestrucción irracional de lo construido, que agudizan contradicciones y conflictos, es el camino que nos propone la vida y que coincide con el principio evangélico: “hagan  con los demás lo que esperan que los demás hagan con cada uno de ustedes””.

“Mayo es un mes que nos pone ante el trabajo y la vida, la salida acordada del conflicto insurgente y armado, la reconciliación, la familia, con la figura de la madre y del hogar de Nazaret, la educación y la necesidad más profunda de ser “hombres y mujeres con Espíritu Santo””.

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Y sobre la Policía, qué hay?

Por uso excesivo de la fuerza durante las marchas, la Policía Nacional adelanta por lo menos 47 investigacionesinternas por los hechos registrados en el marco de las protestas del paro nacional.

En estos días hemos visto enfrentamientos entre el Esmad y manifestantes en la plaza de Bolívar y miles de videos que han circulado por internet, en donde ha sido ostensible el exceso de fuerza por parte de las autoridades, lo cual ha motivado dichas investigaciones

En reciente reporte de la ONG Temblores, en el espacio comprendido entre el 28 de abril al 27 de mayo de 2021, se documentan 3.405 casos de violencia policial y 43 homicidios desde el inicio del paro nacional en Colombia.

Son varias las organizaciones civiles que han alertado de varios casos de abuso policial y exceso de fuerza que la Policía habría cometido contra manifestantes. 

Por lo anterior, Temblores anunció la radicación de un informe ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con toda la información recopilada.

Clement Voule, relator especial de la ONU sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación, dijo a través de sus redes sociales que está alarmado por lo que está pasando en Colombia.

El balance que el Ministerio de Defensa presentó recientemente incluye datos sobre los hechos relacionados con las protestas, tales como que se han registrado 4.579 concentraciones, 1.851 marchas y 2.229 bloqueos.

Se han reportado 1.037 civiles lesionados en ciudades como Bogotá, Cali, Yumbo, Neiva, Medellín, Pasto y Popayán, y otros municipios de Risaralda y Valle del Cauca y 1.029 uniformados lesionados, de los cuales por lo menos seis siguen hospitalizados.

Algo muy serio está pasando en nuestra Colombia y no es un tema simple, tiene muchas aristas. Por eso, en esta radiografía tan compleja, la consideración es no abandonar el barco. Hay que sancionar a los culpables, por supuesto, cualquiera que sea su posición, pero también debemos rodear a nuestras instituciones e impulsar, en los colombianos de bien, el espíritu de trabajar por la estabilidad política, por recuperar la confianza y la gobernabilidad en el Gobierno y defender nuestra democracia, buscando abrazar la bandera de la paz y culminar por fin este proceso de reconciliación verdadera.

(*) Periodista y escritora colombiana con trayectoria en medios de comunicación económicos y empresariales. Magíster en Estudios Políticos de la Universidad Javeriana.