El rumbo de Bolivia tras la renuncia de Evo Morales

La renuncia de Evo Morales pone fin a 13 años de una era, rompe la posibilidad de mandatos supuestamente demomcráticos fundamentados en autoritarias reelecciones y pone al denominado Socialismo Siglo XXI contra las cuerdas.

LA SUCESIÓN

Tras la renuncia de Morales, la Asamblea Legislativa de Bolivia sería la instancia para definir un mandato de interinidad y la posterior estabilización democrática.

El Artículo 169 de la nueva Constitución de 2009 dice que “en caso de impedimento o ausencia definitiva” del presidente, “será reemplazado en el cargo” por el vicepresidente, y a falta de este, por el presidente del Senado, y a falta de éste por el de la Cámara de Diputados. “En este último caso, se convocarán nuevas elecciones en el plazo máximo de noventa días”, añade el texto.

Sin embargo, se da la circunstancia de que tanto la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, como el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, forman parte de los numerosos dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales que han presentado su renuncia tras los últimos acontecimientos en el país.

Al ser preguntada sobre quién la sucederá en el cargo y por tanto podría presidir el país, Salvatierra dijo el domingo que le corresponderá a la Asamblea Legislativa establecer “una directiva, tomando en cuenta que la renuncia de la presidencia no necesariamente implica una sucesión en línea directa a la vicepresidencia, sino que se tiene que realizar una sesión y partir de eso tener una nueva presidencia de la Cámara de Senadores”.

En declaraciones al diario ‘El Deber’, el experto constitucionalista José Antonio Rivera ha destacado que cada una de las dos cámaras de la Asamblea Legislativa cuentan con un directorio compuesto por presidente, dos vicepresidentes y secretarios, de modo que ellos también pueden asumir el cargo de presidente del Estado.

LOS PASOS A SEGUIR

“Si renuncia el primer vicepresidente, renuncia el segundo vicepresidente, se convoca al decano, es decir, al más antiguo de los senadores”, ha explicado, y si este tampoco quiere, “se agota el Senado con los que tienen más de 30 años”, requisito necesario para ser presidente.

“Si se agota se va a la Cámara de Diputados y así sucesivamente”, ha añadido el experto, que cree que seguramente alguno de los 166 parlamentarios se animará a asumir la jefatura del Estado y convocar elecciones en un plazo de 90 días, como estipula la Constitución.

En este sentido, la vicepresidenta segunda del Senado, Jeanine Añez, ya ha mostrado su disposición a asumir la tarea de dirigir el país en las circunstancias actuales. Añez es miembro del partido opositor Unidad Demócrata (UD) que lidera el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas.

“Me correspondería asumir este reto con el único objetivo de llamar a nuevas elecciones, pacificar al país y volver a la normalidad”, sostuvo la senadora opositora en declaraciones a una cadena local el domingo.

En todo caso, recordó que lo primero que tiene que hacerse es convocar una reunión extraordinaria de la Asamblea Legislativa para que se acepten las renuncias de Morales y García Linera. “Espero que tengamos quórum, porque el MAS tiene dos tercios en la Asamblea”, confió. Según Añez, la convocatoria podría ser este mismo lunes.

 ¿EL ADIÓS DE EVO MORALES?

El presidente Evo Morales renunció el domingo por la tarde a su cargo tras una arremetida ‘golpista’ de la oposición que alentó una ola de protestas violentas y vandálicas perpetradas por grupos de choque, que en las últimas horas se ensañaron con las autoridades de Estado y afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), quienes fueron perseguidos, agredidos y despojados de sus viviendas poniendo en riesgo su integridad y la vida de sus familias.

     “Estoy renunciando para que mis compañeros no sean amedrentados y amenazados”, dijo en una conferencia de prensa desde Chimoré, Cochabamba, considerado el bastión del “proceso de cambio” que vivió el país en los últimos años.

    Morales junto con el vicepresidente Álvaro García Linera renunció después que ganó las elecciones del 20 octubre, esa votación fue sometida a una inspección de la Organización de los Estados Americanos (OEA) a solicitud del propio mandatario ante las denuncias de fraude desde la oposición.

    “Yo dije nunca voy a renunciar. Quiero que sepan mis hermanas y mis hermanos, estoy renunciando para que (Carlos) Mesa y (Fernando) Camacho no sigan haciendo patear, quemar sus casas de mis hermanos, por eso hemos decidido renunciar a nuestros cargos. Esperamos que nunca más allá esta clase de pateaduras”, agregó Morales.

    Morales se convirtió en 2006 en el primer presidente indígena en la historia de Bolivia y puso en marcha un proceso de nacionalización de sectores estratégicos que empujaron el crecimiento del Producto Interno Bruto, con un índice mayor al 4,5% entre 2006 y 2018, período en el que más de 3 millones de personas salieron de la pobreza, según datos oficiales.

 Evo Morales, quien renunció esta jornada a la Presidencia de Bolivia, denunció una supuesta orden de aprehensión ilegal en su contra, anunciada por un efectivo policial, además del violento asalto a su vivienda ubicada en la ciudad de Cochabamba.

    “Denuncio ante el mundo y pueblo boliviano que un oficial de la policía anunció públicamente que tiene instrucción de ejecutar una orden de aprehensión ilegal en contra de mi persona; asimismo, grupos violentos asaltaron mi domicilio. Los golpistas destruyen el Estado de Derecho”, escribió en su cuenta de Twitter.

    Morales renunció el domingo por la tarde a su cargo tras una arremetida ‘golpista’ de la oposición que alentó una ola de protestas violentas y vandálicas perpetradas por grupos de choque, que en las últimas horas se ensañaron con las autoridades de Estado y afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), quienes fueron perseguidos, agredidos y despojados de sus viviendas poniendo en riesgo su integridad y la vida de sus familias.

    Morales junto con el vicepresidente Álvaro García Linera renunció después que ganó las elecciones del 20 octubre, esa votación fue sometida a una inspección de la Organización de los Estados Americanos (OEA) a solicitud del propio mandatario ante las denuncias de fraude desde la oposición.