Nuevo corredor turístico en Tierra del Fuego: “La Ruta de la Centolla”

Casa Rosada: Pescadores, productores frutihortícolas y emprendedores gastronómicos de Puerto Almanza y Punta Paraná, en Tierra del Fuego, se unieron al INTA Ushuaia en un grupo de Cambio Rural con el que crearon la Ruta de la Centolla, un nuevo corredor de turismo rural.

La Ruta de la Centolla lleva hasta Puerto Almazana, a 70 kilómetros de Ushuaia, el último rincón habitado de la Argentina, donde viven 15 familias que junto al INTA buscan dar a conocer el trabajo de los pescadores de la zona, típica de centollas, centollones, truchas y mejillones.

“Los pescadores y los productores hacen un trabajo sumamente convocante, muy llamativo y rico, experiencias que vale la pena conocer”, expresó Emiliano Sponton, jefe de la Agencia de Extensión Rural del INTA en Ushuaia.

En 2012, el INTA se acercó con semillas para huertas con el objetivo de promover el consumo familiar de alimentos y dos años después, con la pesca como eje, armaron el grupo Cambio Rural y comenzaron a pensar alternativas para poner en valor la zona que, con el apoyo de la provincia, hoy avanza en la gestión de infraestructura básica de desarrollo urbano y comunitario.

Así, el proyecto se transformó en un circuito productivo y gastronómico motorizado por pequeños emprendedores que captó la atención del gobierno provincial, el cual creó una unidad administrativa dedicada al desarrollo de la zona.

La zona, con hermosos paisajes, tiene un gran potencial turístico que la Ruta de la Centolla busca explotar con un recorrido pensado para familias y visitantes que, durante el verano, quieran dar un paseo por las producciones y la cocina local, rodeados por el bosque fueguino frente al Canal de Beagle.

En Puerto Almanza viven pescadores que siguen el mandato de sus familias, pero muchos otros llegaron enamorados de la vida que les propone el sur y se quedaron allí para iniciarse en el cultivo de cholgas y mejillones o en otros emprendimientos como la cría de truchas.

Y 20 kilómetros más al sur se llega a Punta Paraná, donde se destacan los invernáculos con plantaciones de frutas finas como frutillas, frambuesas y corintos, y hortalizas como lechuga, arvejas y ruibarbos, con los que se abastece el circuito gastronómico.