OMS y UE impulsan tratado internacional para enfrentar nuevas pandemias

“Creemos que las naciones deben trabajar juntas hacia un nuevo tratado internacional de preparación y respuesta ante una pandemia”. Así lo acaba de notificar desde Bruselas el Consejo Europeo, al plantear acciones conjuntas internacionales para atender futuras calamidades como la que ha generado el covid19.

Entre los signatarios de la propuesta figuran líderes como Ángela Merkel, Boris Johnson y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo.

Ese compromiso colectivo renovado sería un hito en la intensificación de la preparación para una pandemia al más alto nivel político. Tendría sus raíces en la constitución de la Organización Mundial de la Salud, y se basaría en otras organizaciones relevantes clave para este esfuerzo, en apoyo del principio de salud para todos, señala el informe.

Los instrumentos de salud mundial existentes, especialmente el Reglamento Sanitario Internacional, respaldarían dicho tratado, asegurando una base firme y probada sobre la que podemos construir y mejorar.

El objetivo principal de este tratado sería fomentar un enfoque de todos los gobiernos y de toda la sociedad, fortaleciendo las capacidades nacionales, regionales y mundiales y la resiliencia a futuras pandemias.

Esto incluye mejorar en gran medida la cooperación internacional para mejorar, por ejemplo, los sistemas de alerta, el intercambio de datos, la investigación y la producción y distribución local, regional y mundial de contramedidas médicas y de salud pública, como vacunas, medicamentos, diagnósticos y equipos de protección personal.

También incluiría el reconocimiento de un enfoque de “Una sola salud” que conecta la salud de los seres humanos, los animales y nuestro planeta. Y tal tratado debería conducir a una mayor responsabilidad mutua y responsabilidad compartida, transparencia y cooperación dentro del sistema internacional y con sus reglas y normas.

“Para lograrlo, trabajaremos con los Jefes de Estado y de gobierno a nivel mundial y todas las partes interesadas, incluida la sociedad civil y el sector privado”.

“Estamos convencidos de que es nuestra responsabilidad, como líderes de naciones e instituciones internacionales, asegurar que el mundo aprenda las lecciones de la pandemia de COVID-19”.

Esta declaración cuenta con el respando de los siguientes líderes mundiales: J. V. Bainimarama, Primer Ministro de Fiji; Prayut Chan-o-cha, Primer Ministro de Tailandia; António Luís Santos da Costa, Primer Ministro de Portugal; Mario Draghi, Primer Ministro de Italia; Klaus Iohannis, presidente de Rumanía; Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido; Paul Kagame, presidente de Ruanda; Uhuru Kenyatta, presidente de Kenia; Emmanuel Macron, presidente de Francia; Angela Merkel, canciller de Alemania; Charles Michel, presidente del Consejo Europeo; Kyriakos Mitsotakis, Primer Ministro de Grecia; Moon Jae-in, presidente.

En un momento en que COVID-19 ha explotado nuestras debilidades y divisiones, debemos aprovechar esta oportunidad y unirnos como una comunidad global para una cooperación pacífica que se extienda más allá de esta crisis. Desarrollar nuestras capacidades y sistemas para hacer esto llevará tiempo y requerirá un compromiso político, financiero y social sostenido durante muchos años, concluye el informe.

“COVID-19 muestra por qué se necesita una acción unida para una arquitectura de salud internacional más sólida”: artículo de opinión del presidente Charles Michel, el director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus y más de 20 líderes mundiales

La pandemia de COVID-19 es el mayor desafío para la comunidad global desde la década de 1940. En ese momento, tras la devastación de dos guerras mundiales, los líderes políticos se unieron para forjar el sistema multilateral. Los objetivos eran claros: unir a los países, disipar las tentaciones del aislacionismo y el nacionalismo y abordar los desafíos que solo podrían lograrse juntos en el espíritu de solidaridad y cooperación, a saber, la paz, la prosperidad, la salud y la seguridad.

Hoy, tenemos la misma esperanza de que mientras luchamos juntos para superar la pandemia de COVID-19, podamos construir una arquitectura de salud internacional más sólida que proteja a las generaciones futuras. Habrá otras pandemias y otras emergencias sanitarias importantes. Ningún gobierno u organismo multilateral por sí solo puede abordar esta amenaza por sí solo. La pregunta no es si, sino cuándo. Juntos, debemos estar mejor preparados para predecir, prevenir, detectar, evaluar y responder eficazmente a las pandemias de una manera altamente coordinada. La pandemia de COVID-19 ha sido un recordatorio duro y doloroso de que nadie está a salvo hasta que todos estén a salvo.

Por lo tanto, estamos comprometidos a garantizar el acceso universal y equitativo a vacunas, medicamentos y diagnósticos seguros, eficaces y asequibles para esta pandemia y las futuras. La inmunización es un bien público mundial y necesitaremos poder desarrollar, fabricar y desplegar vacunas lo más rápido posible.

Es por eso que el Acelerador de herramientas de acceso a COVID-19 (ACT-A) se creó para promover el acceso equitativo a pruebas, tratamientos y vacunas y apoyar los sistemas de salud en todo el mundo. ACT-A ha cumplido muchos aspectos, pero aún no se ha logrado un acceso equitativo. Podemos hacer más para promover el acceso global.

Nuestra solidaridad para garantizar que el mundo esté mejor preparado será nuestro legado que protegerá a nuestros hijos y nietos y minimizará el impacto de futuras pandemias en nuestras economías y sociedades.

La preparación para una pandemia necesita liderazgo mundial para un sistema de salud mundial adecuado para este milenio. Para hacer realidad este compromiso, debemos guiarnos por la solidaridad, la justicia, la transparencia, la inclusión y la equidad.