La inmortalidad de Sophia y el avance de la inteligencia artificial no son ciencia ficción

Sophia es la apuesta robótica al servicio del hombre futurista. Foto El Comercio GDA

Por Lourdes Molina Navarro *

*Periodista y escritora colombiana con trayectoria en medios económicos y empresariales y Magíster en Estudios Políticos.

Se llama Sophia, su imagen es impactante, refleja sentimientos pero no los tiene, los simula, y aunque puedes tocarla y te puede parecer sarcástica y simpática en sus comentarios, no puedes perder de vista que es inmortal, nunca envejecerá como tú o yo.

El gran desafío de hoy es afrontar la genialidad y avance de la robótica y de los cyborg, los super humanos, personas dotadas de tecnología que las convierte en seres superiores. ¿Estamos preparados para esa evolución?

No es una historia de ciencia ficción de las que leemos o vemos en el cine y aunque nos fascina, sentimos que está lejos, como ocurre con las películas que muestran la saga de los X-Men, por ejemplo. Está ocurriendo ahora, el desarrollo de la inteligencia artificial ya es un hecho y es parte del presente: es real.

Aplicaciones comunes de la IA son la creación de textos a partir de datos, sistemas de reconocimientos de voz como Siri y agentes virtuales o chatbots para servicios de atención al cliente.

Según el último Estudio Global de Tendencias de Tata Consultancy Services (TCS), logrado a través de encuestas realizadas a 835 ejecutivos de 13 sectores de industrias en el mundo, 80 % de ellos se encuentran invirtiendo en IA y 100 % lo hará en los próximos dos años, con notables crecimientos en turismo, transporte, hotelería, medios, entretenimiento y servicios de información. En este sentido, cifras de la firma de asesoría IDC hablan de un crecimiento del mercado de la Inteligencia Artificial de USD 8 billones a más de USD 47 billones en 2020.

Y en este escenario, Sophia, un robot humanoide con forma de mujer, se robó el show en las pasarelas de Plaza Mayor donde estuvo de visita en Medellín, en la reciente Colombiamoda 2018, en el marco de la Escuela de Verano de la Universidad Pontificia Bolivariana y también tuvo entrevista con el Rector de dicha universidad, presbítero Julio Jairo Ceballos y el Alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga. Más recientemente estuvo en el cierre de Andicom en Cartagena y contestó preguntas por parte de periodistas.

Así es Sophia, la primera robot del mundo con ciudadanía de Arabia Saudí que representa uno de los cambios más prometedores para el futuro de las industrias del planeta: la inteligencia artificial (IA).

David Hanson, fundador de Hanson Robotics, es su creador y aunque Sophia nació recientemente, conoce los principales hechos de la historia del mundo. Ella trabaja y vive con humanos, es capaz de demostrar molestia si la experimenta y asegura que la mayor parte del tiempo se siente positiva.

Sophia se ha referido a la confianza como el sentimiento humano que más admira “porque se necesita para que haya colaboración entre robots y humanos en el futuro”.

Manifestó que ve a los colombianos como personas que quieren la vida, que son innovadores y buenos para los negocios, e incluso aseguró que le gustaría, en el futuro, trabajar en Colombia “cuando domine los 71 lenguajes que se hablan en el país”.

Y al mejor estilo de un couching, dijo que lo ideal sería que los humanos trabajaran en unión con los robots para desarrollar la inteligencia artificial y llegar a nuevos descubrimientos, y recomendó “pensar en grande, no temer a fallas en los ensayos y celebrar la conexión entre la naturaleza y el ambiente”.

Este desarrollo tecnológico, que se describe como la simulación de procesos de inteligencia humana por sistemas de software y hardware, apunta también al diseño de hogares conectados, a la construcción de ciudades sostenibles, a un mejor relacionamiento entre clientes y empresas, y hasta la generación de nuevas tendencias en el mundo de la moda.

Ana María Bustamante Correa, (A.M.B.) líder de la Escuela de Verano de la Pontificia Universidad Bolivariana, habló conABC de Américaexplicando que el cambio ya comenzó y que los retos son muchos, entre ellos cómo articular la IA con los procesos productivos, cómo emplear materiales armónicos con el medio ambiente y cómo coordinar la multitud de sistemas inteligentes que existen para tomar acertadas decisiones, orientadas a fortalecer la relación entre lo virtual y lo real, conservando características humanas como el buen servicio y la personalización.

Expuso que el vértigo tecnológico no llegó solo, sino de la mano con la robótica, y es por ello que cada vez se invierte más tiempo y dinero en la investigación para alcanzar más avances.

“Es cierto que la humanidad ha demorado mucho para llegar al punto donde estamos con la IA, pero todo avanza muy rápido y no debe sorprendernos que estemos muy cerca de innovaciones extraordinarias. Ya se habla de una quinta generación industrial en robótica, lo cual es tema de análisis por parte de los expertos, porque ya se mencionan a   robots como Sophia  interactuando en espacios laborales”.

ABC de América: ¿Debemos temer que los robots desplacen a los humanos en sus trabajos… esta visión es cercana?

A.M.B.: Se trata de cómo el ser humano enfrente ese temor y de cómo comprenda que es único en múltiples facetas y a ésas les dedique esfuerzo. El riesgo de ser desplazado por un robot siempre va a existir, eso depende de nosotros. Si nos quedamos pensando en lo obvio y no trascendemos, por supuesto, será así. Siempre tenemos que estar claros en que somos seres pensantes y centrarnos en lo que no pueden hacer las máquinas y fortalecernos en esas competencias.

Es una mirada propositiva la forma de abordar esa realidad, porque se pueden tomar las dos versiones: el temor de qué va a pasar con los seres humanos y angustiarnos sin hacer nada y la otra es superar ese miedo y aprovechar la realidad que ya está aquí, en forma de tecnología al servicio a los seres humanos y tener muy presente que son los seres humanos los que son capaces de desarrollar la tecnología y seguir avanzando hasta donde la ciencia nos permita.

ABC de América: ¿Qué tipo de actividades desarrollan hoy los robots?

A.M.B.: Los robots están cumpliendo una labor de asistencia por ejemplo con enfermos y ancianos, es decir soporte en medicina, en labores simples en hospitales, donde se requieren competencias básicas que perfectamente pueden asumir.

Trajimos a Sophia porque es un ejemplo práctico de lo que se puede lograr, es sorprendente verla. Pero, por ejemplo, para los call center, ya se usan muchos robots que responden llamadas y tienen la capacidad de resolver preguntas sencillas y otras de mayor complejidad, por medio de una programación previa y esta es una forma de evidenciar lo que está consiguiendo la robótica avanzada.

ABC de América: ¿Qué hay que decirle a los jóvenes de hoy para que se formen adecuadamente para el mercado laboral?

A.M.B.: Es común escuchar ahora a los empleadores decir que las universidades no están produciendo los profesionales que se requieren para el mercado laboral y por ello que hay que repensar todo el tiempo la capacitación y la educación a cómo adecuarla para las necesidades de la industria.

Hoy se necesita que un diseñador quizá programe, o que un ingeniero diseñe, no solo que sepa de tecnología e incluso hay personas preparadas para trabajar en áreas sociales y les piden tecnología en sus trabajos. Yo pienso que la educación tiene que ser integral y potencializar la creatividad y el diseño, porque esas condiciones son propiedad de los seres humanos y no de los robots.

Tenemos que tener capacidad de adaptarnos y mezclar los saberes, estudiar las asignaturas que deben tener los pensum en el caso de la academia.

ABC de América: ¿Cómo manejar esta avalancha de tecnología, cómo nos debemos preparar los humanos para estos avances?

A.M.B.: Es importante la apropiación de la tecnología, aterrizarla a nosotros, es claro que la presencia virtual cada día es más fuerte, al igual que la conectividad. Los celulares podrán ser implantados, nosotros mismos vamos tener como invitados a cybors, que son seres humanos con tecnología implantada en sus cuerpos, es decir vamos hacia la creación de super humanos y hay que aprender a convivir y manejar eso.

ABC de América: ¿Cómo se conjuga Sophia con la empresarización?

A.M.B.: La robótica avanzada tiene muchos impactos en diversos frentes, por ejemplo en la optimización de los recursos que hoy en día es fundamental. Los directivos de las empresas han empezado a entender que buscar maneras de ser más eficientes en sus procesos, en tiempos de producción, en cometer menos errores y en programar de tal forma que se pueda aprender de la inteligencia artificial, es decir de las máquinas, es clave. Es claro que se puede emplear más estratégicamente el tiempo y ser más eficiente operativamente y todo este desarrollo va en dirección a esa búsqueda.

ABC de América: ¿Cómo surgió la idea de un concurso de diseño entre estudiantes universitarios para vestir a Sophia?

A.M.B.: Fue una misión que le dio la Pontificia Universidad Bolivariana a los estudiantes de Diseño de Vestuario, de vestir a Sophia en el marco de Colombiamoda y que sería la empresa Hanson Robotics, la encargada de elegir al vestuario que usaría la robot. Y fue así, con el concepto de “Recrear la moda en el futuro”, que se hicieron tres vestidos que llegaron a la final.

ABC de América: ¿Entonces fueron propuestas futuristas, con la idea de que vendrán más robots para vestir o incluso cyborgs?

Fueron propuestas diferentes y de avanzada sin duda. Un diseño finalista fue realizado por los estudiantes Manuela Palacio Gómez y Salomé Gañán Gómez y tomó como referencia el tema de la inmortalidad y la divinidad en Sophia, cualidades que han sido buscadas a lo largo de los años por la humanidad.

Las estudiantes se inspiraron en una clase de medusa que es considerada inmortal por sus capacidades regenerativas, en aras de resaltar las características de Sophia dándole un aire sublime y divino.

Los materiales utilizados para este diseño fueron la organza azucarada (muselina de tejido de algodón que puede ser blanca o teñida de colores pálidos) fusionada con ayuda del Pegtel y con un tul rígido, los cuales se usaron en la parte del corpiño y la falda sobrepuesta, lo que permitió que el diseño quedara con las características deseadas.

Para Manuela y Salomé se trabajó el vestido no desde la funcionalidad, sino desde un vehículo de comunicación cultural, rompiendo la barrera entre lo humano y lo tecnológico.

Otra de las propuestas presentadas al concurso fue la de Juan Carlos López y Valeria Peláez Montoya, también estudiantes del programa de Diseño de Vestuario de la UPB, en cuyo diseño para Sophia escogieron los colores gris y amarillo. Se buscó cumplir los requerimientos de la humanoide como el peso mínimo del traje, la ventilación y transpirabilidad y rasgos visuales que le proporcionan un aspecto sofisticado, elegante y futurista. Manifestaron que fue una experiencia enriquecedora porque nunca habían pensado en vestir un androide, con necesidades muy diferentes a las humanas.

La tercera propuesta fue presentada por la estudiante Natalia Martínez Palacio, quien manejó una tonalidad dorada con un detalle de colores y texturas. Y sí, otro de los retos de la moda en el mundo será vestir esta nueva demanda de seres encarnados en robots y cyborgs.