Fosa común, el triste final del sueño americano

Por FRANCISCO RODRÍGUEZ GARCÍA

Por décadas, el sueño americano fue la aspiración de millones de personas en el mundo entero, que se las ingeniaron para emigrar hacia los Estados Unidos y, particularmente, a la atractiva Nueva York, Capital del Mundo. Hoy, por cuenta del coronavirus, muchos de esos sueños terminan en una fosa común.

Y esas son las dramáticas imágenes que este Viernes Santo le dan la vuelta al mundo, como uno de los signos más trágicos que haya vivido la humanidad en los tiempos modernos, y sin que el final de la terrible historia del coronavirus tenga un pronóstico certero.

Y, precisamente, esto ocurre en la Capital del Mundo, aun en contra de recomendaciones sanitarias, que recomiendan enfáticamente no acudir a este tipo de práctica, pues pudiera contribuir a una mayor propagación del virus, si no se aplican técnicas como una debida separación, la aplicación de cal y la identificación del nivel freático de los terrenos.

Sin lugar a dudas este será un antes y un después en el tan anhelado, para muchos, sueño americano, al que el coronavirus está convirtiendo en una verdadera pesadilla.

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