WWW.MAPIRIPAZ.COM, un medio comunitario que defiende los intereses del progreso de Mapiripán, un municipio de Colombia localizado al sur de los llanos orientales e históricamente agobiado por la violencia política, la guerrilla, el paramilitarismo, el abandono del Estado y la ilegalidad, denunció una cadena de falsas noticias lideradas por una ONG, que en opinión del medio, afectan la nueva realidad de progreso, empleo y economía formales, algo que 10 años atrás era impensable.
Permanentemente y con evidentes intereses oscuros, la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz se dedica a propagar falsas afirmaciones sobre distintos aspectos de la vida diaria de Mapiripán, el municipio que gracias a la presencia de la palmicultora Poligrow desde 2008, hoy puede contar historias de progreso, inclusión social, oportunidades de trabajo para todos, hasta para las comunidades indígenas asentadas en la zona, sostenibilidad ambiental y protección de las especies animales.
Atrás han quedado las tristes noticias que desde mediados del siglo pasado afectaron a este municipio, agobiado por la presencia de la guerrilla, el narcotráfico, el paramilitarismo y la violencia.
Ahora Mapiripán cuenta con trabajo formal, con un comercio que depende en 80% de la presencia de la agroindustria de la palma, con luz las 24 horas al día gracias a Electrimapiri, una empresa de servicios públicos también gestada por Poligrow, con posibilidades de desarrollo y progreso, pero sobre todo, con esperanza en cada uno de los rostros de los mapiripenses.
La última fantasiosa e irresponsable mentira de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, una ONG que posa ante el mundo como defensora de los derechos de las personas, es que “igualmente, hoy se conoció que el pasado miércoles 25 de julio, sobre las 11:00 a.m., un grupo de hombres y mujeres armados, vestidos de camuflado y con ropas negras, llegaron al punto conocido como Lote 3 de Pradera, donde se encuentran cultivos de palma aceitera de la empresa Poligrow”.
“De acuerdo con la fuente, en el lugar se encontraba un grupo de mujeres de la Comunidad Jiw que, al percatarse de la presencia del grupo armado, huyó del lugar”, agrega la falsa noticia que propaga la CIJP en medios que prácticamente actúan como clandestinos, sin firmas responsables y sin datos de contacto.
Y afirma la última falsa noticia de la CIJP que “funcionarios de la empresa Poligrow solicitaron a indígenas no decir nada de la presencia de los hombres armados, ya que esto podría afectar la imagen de la empresa”.
Mientras la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz se dedica a propagar falsas noticias, medios influyentes destacan positivamente el progreso de Mapiripán.
Pero nada más alejado de la verdad, pues de acuerdo con el propio director general de Poligrow, Carlo Vigna, que al responder al llamado de www.mapiripaz.com sobre estos hechos, manifestó que no se presentaron incidentes en los predios de la compañía ni tampoco en el predio Barandales y que, en cambio, “sí fue la compañía la que puso en conocimiento de las autoridades competentes algunos hechos que se presentaron en días pasados en el Municipio de Mapiripán en áreas externas al proyecto”, al tiempo que bajo su liderazgo y el de la Fundación Poligrow se analizó y discutió la situación en un foro de Multi Interesados en el propio municipio.
La palmicultura aporta 80% a la economía de Mapiripán con rigurosos estándares ambientales.
La versión reportada por Poligrow fue confirmada por varios líderes de la Comunidad contactados por esta redacción.
Solo bastaría con que la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, se tomara la molestia de consultar a todas las fuentes involucradas en estas circunstancias, para ahí sí, con todos los elementos de juicio, se cuenten las cosas como son y se utilicen los canales institucionales para dar a conocer a las instituciones competentes eventuales hechos que se presenten en el territorio.
CADENA DE NOTICIAS FALSAS
Pero esa no es la única noticia falsa que ha propagado la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.
A finales del año pasado y comienzos de este, en la modalidad de falsa y repetida noticia, esta ONG señalaba que “Continua grave afectación ambiental por parte de la empresa palmera Poligrow”.
Tan descontextualizadas eran las acusaciones que realiza esta ONG en su portal web y que, de acuerdo con documento oficial que le envió Poligrow, “queremos respetuosamente aclarar”:
“Lo primero que debemos mencionar es que la situación que dio lugar a la contingencia ambiental mencionada en el artículo, no ocurrió ni en el mes de noviembre de 2017 ni enero del presente año, sino en el mes de septiembre del año 2017. Puntualmente, se presentó una ruptura inesperada del tamiz de la planta de extracción de la compañía, que dio lugar a un derrame de aceite crudo de palma (producto natural y no tóxico) en un área puntal aledaña a la zona de proceso”.
“Dicha contingencia fue oportunamente reportada en el sistema de gestión de calidad de la compañía y por medio de la Brigada de Contingencia, de acuerdo a los procedimientos previstos en el Plan de contingencias de Planta Extractora y Compostaje, se iniciaron las actividades necesarias para la recolección y limpieza del área afectada, actividades que fueron desarrolladas inmediatamente se detectó la situación ocurrida”.
“Entre las medidas tomadas debemos resaltar la suspensión del funcionamiento de la planta de extracción hasta tanto no se encontrara el punto exacto de fuga, así como la implementación de todos los planes de acción definidos por el Departamento Ambiental para mitigar el riesgo de repetición de lo ocurrido y evitar afectaciones al medio ambiente. Resultado de la pronta y oportuna reacción de la compañía se confinó y controló la totalidad del derrame, se removió la totalidad del aceite crudo de palma y suelo afectado, y se realizaron monitoreos que evidenciaron la no afectación a cuerpos de agua cercanos ni tampoco a bosques aledaños”., concluyó la contestación de Poligrow
Además, con frecuencia, es evidente la orientación desinformativa de los artículos que pone a circular la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, puntualmente cuando se refiere a los predios de la compañía como “irregularidades en su adquisición y que son reclamados legítimamente por desplazados”.
Contrario a esa afirmación, los terrenos en mención fueron adquiridos por Poligrow cumpliendo la totalidad de requisitos de ley como puede verse en los Certificados de Tradición y Libertad de cada uno de ellos. De igual manera, en un municipio como (Mapiripán) donde existen más de 1.000 solicitudes de restitución de tierras ante la Unidad de Restitución de Tierras (URT), ninguna de estas se interesa sobre los predios de Poligrow o sus aliados, lo que confirma la debida diligencia adoptada en la adquisición de los mismos.
“Desconocemos la fuente de esta información pero lo cierto es que es incorrecta, infundada y carece de un análisis simple de la documentación pública que puede ser solicitada muy fácilmente en los diferentes despachos e instituciones gubernamentales”, puntualiza Poligrow.
Queda entonces claro para la sala de redacción de www.mapiripaz.com que todos y cada uno de los comunicados de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, carecen de la veracidad, objetividad y transparencia, con la que los medios informativos deben responder a sus audiencias, más aún cuando, históricamente, éstas han sido víctimas de los distintos actores y factores de violencia.