El ataque a un hospital de la Franja de Gaza que dejó al menos 500 muertos es un crimen de guerra que debe ser investigado, declaró el 18 de octubre el presidente colombiano Gustavo Petro.
“El ataque al hospital de Gaza, donde murieron más de 800 personas, entre ellas el personal médico y la población enferma, herida y refugiada, la mayoría mujeres y niños, es un crimen de guerra que debe ser investigado internacionalmente”, dijo el mandatario en Twitter (antes X).
“El ataque a la población civil palestina, la parte mas débil de la cadena no tiene ningún asidero ético o moral. El mundo debe imponer la paz y restablecer el derecho del pueblo palestino a ser libre”, agregó Petro.
Desde que escaló la violencia entre Israel y Palestina, las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Tel Aviv han estado tensas debido al apoyo del líder de Colombia Humana a la causa palestina.
El pasado 15 de octubre, Petro incluso amenazó con romper las relaciones con Israel tras las declaraciones de las autoridades de ese país sobre un supuesto apoyo del líder latinoamericano a los ataques cometidos por el grupo palestino Hamás.
“Si hay que suspender relaciones exteriores con Israel, las suspendemos. No apoyamos genocidios. Al presidente de Colombia no se le insulta”, afirmó el mandatario en X.
El 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás lanzó un ataque sin precedentes contra Israel desde la Franja de Gaza. El Ejército israelí informó de miles de cohetes disparados desde el enclave y la infiltración de decenas de palestinos armados en las zonas fronterizas del sur de Israel.
En respuesta a la agresión de Hamás, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron la Operación Espadas de Hierro y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que el país “está en guerra”. En las primeras cuatro oleadas de ataques aéreos, Israel lanzó unas 2.000 municiones y más de 1.000 toneladas de bombas sobre Gaza.
El 17 de octubre, diversos medios informaron que Israel bombardeó el hospital palestino Al-Ahli en Gaza, causando más de 500 muertes. Sin embargo, Netanyahu rechazó las acusaciones. Mientras que las autoridades israelíes sostienen que el ataque fue provocado por el impacto de un cohete lanzado presuntamente por el grupo palestino Yihad Islámica, lo que este negó.
Según los últimos datos disponibles, la escalada de violencia ha causado más de 1.400 muertos y más de 4.200 heridos en Israel, y más de 3.500 muertos y más de 12.500 heridos en Gaza, así como unos 200 rehenes que Hamás tendría retenidos en el enclave.