Concentración del poder político, un peligro que se extiende en Latinoamérica

VOZ DE AMÉRICA

El poder político del presidente salvadoreño Nayib Bukele creció como la marea en la reciente elección legislativa: su partido, Nuevas Ideas, arrasó.

El escritor salvadoreño Horacio Castellanos Moya dice que Bukele “tiene los instrumentos para cambiar el aparato judicial, electoral, la Fiscalía, es decir, todos los instrumentos del Estado pueden pasar a sus manos”.

Entre libros, novelas y el oficio periodístico, que ejerció por más de 20 años en distintos países de la región, Castellanos Moya ha sido testigo de la historia, y habló a la Voz de América de los riegos que conlleva la concentración del poder.

Cuando una persona detenta la mayor parte del poder, hay dos rutas posibles, una de ellas la voluntad de transformación, dijo.

“Y la otra que puede suceder es que se autodestruya, es decir, que se quiera perpetuar en el poder y termine como Venezuela o peor”.

Fenómenos similares en América Latina

“La sociedad le da esa carta blanca a los dirigentes, como se la están dando un poco a Andrés Manuel López Obrador. También, en varios países, sucede”.

Para el profesor universitario, hay que prestarle atención a la concentración del poder, ya que lleva a la destrucción de las instituciones que precisamente permitieron la llegada de la democracia.

“Imagínate, son solo 30 años en la vida democrática de El Salvador. Es muy poco para la vida institucional de un país”.

Para Castellanos Moya el tiempo pasa y el problema perpetuo de la región no cambia.

“Pasan las décadas y la plaga de la pobreza y la plaga de la falta de salud pública y de educación, es decir, las plagas de la violencia y de la pobreza no desaparecen, sino que, más bien crecen”, expresó.