Colombia: el periodismo se ejerce bajo amenazas, agresión y hostigamientos

Por: Stephanía Aldana Cabas – AGENCIA PRESSENZA

Las amenazas, agresiones y hostigamientos contra periodistas en Colombia aumentaron en un 10% entre 2019 y 2020, informó la  Fundación para la Libertad de Prensa. El país ocupa hoy la posición 134 en el mundo, entre 180, con mayores riesgos para ejercer la profesión y el tercero en Latinoamérica, después de México y Honduras, según la organización Reporteros sin Fronteras.

Las amenazas y las agresiones a los periodistas en Colombia y la violación a la libertad de prensa son hechos que afectan el trabajo y la integridad física de los periodistas que, hasta el 26 de abril de 2021, han denunciado 100 casos, entre ellos, por violación al acceso de la infromación, censura en la internet y ataques a la prensa. Estos eventos coyunturales han afectado a 112 periodistas, según los datos publicados por la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP).

Ver: Mapa de violaciones a la libertad de prensa

Esta situación se ha convertido en una constante en el país y, a pesar de las múltiples denuncias interpuestas, “el Estado no les brinda protección a los periodistas y comunicadores para salvaguardar su vida. Además, en la mayoría de los casos, las investigaciones no avanzan y los hechos quedan en la impunidad, como el caso de dos periodistas asesinados en el 2020”, indicó a Pressenza, Jonathan Bock, director de la FLIP. 

El primer crimen al que se refiere Bock donde perdió la vida el fotoperiodista Felipe Guevara, quien cubría la fuente judicial para un medio de comunicación, ocurrió el 21 de diciembre de 2020 en la ciudad de Cali. La primeras investigaciones del ente encargado rechazaba que su homicidio estuviera ligado a su profesión; aunque esta hipótesis tuvo que ser descartada porque un colega reveló unos audios en los cuales el periodista relataba que tuvo que dejar el municipio de Jamundí, Valle del Cauca, a causa de intimidaciones por una nota que escribió.

El segundo homicidio ocurrió el 13 de agosto en Corinto, departamento del Cauca, cuando Abelardo Liz, comunicador indígena, fue herido por impactos de bala, mientras cubría la manifestación de pueblos indígenas contra el desalojo de unas tierras que la comunidad reivindica como suyas por derecho de Ley de Origen y que han ocupando desde el 2014. La situación se tornó violenta cuando, por orden de la Alcaldía llegó el Ejército, la Policía y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), para dispersar a los manifestantes y desalojar a la población indígena.

El Estado no ve con buenos ojos el periodismo crítico

Ante el incremento de agresiones y amenazas contra comunicadores durante los dos últimos años, el Gobierno Nacional no ha dispuesto las garantías para la seguridad de los informadores; sino que se convirtió en un victimario, cuando a inicios de enero de 2020 se reveló que Inteligencia Militar espió, interceptó llamadas y obtuvo información personal y laboral de 34 periodistas nacionales y extranjeros, además de políticos de oposición al gobierno del presidente Iván Duque, con el objetivo de realizar “perfilamientos” de estas personas.