Acodal propone un frente común para construir política de adaptación al cambio climático en Colombia

La Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, Acodal, a través de su presidente ejecutiva, Maryluz Mejía de Pumarejo, propuso un frente común en Colombia por la construcción de una política pública de adaptación al cambio climático.

“Apenas estamos terminando de salir de una prolongada y extraña ola invernal que ha causado víctimas e inmensos traumatismos en distintos puntos del país y ya con oportuna anticipación se nos está advirtiendo de una futura sequía por parte del ministerio de Ambiente”, sostuvo la dirigente gremial.

Así las cosas, agregó, es evidente que el país cuenta hoy con muy efectivas herramientas de previsión meteorológica, que permiten anticiparse con mucho tiempo a las previsiones del clima, algo que debe transformarse en la construcción de herramientas y mecanismos que permitan enfrentar de una mejor manera sus efectos, de tal manera que ni el invierno ni el tiempo seco impliquen inesperados sobrecostos para atender contingencias climáticas.

La presidente de Acodal recordó que unos 6,7 millones de colombianos, equivalentes a 13% de la población del país, son vulnerables y están en riesgo ante inundaciones, avalanchas y desastres, según cifras de Planeación Nacional, pero también, que al mismo tiempo, más de 300 municipios están a expensas de una fuerte amenaza de sequía.

En consecuencia, sostuvo la ingeniera Mejía de Pumarejo, es muy oportuno profundizar en una política de Estado que priorice la adaptación al cambio climático.

En opinión de la experta, la zona tropical donde está Colombia se concentra el mayor impacto de los efectos del cambio climático, pero es la que menos aporta gases efecto invernadero (0,3%). Y al mismo tiempo, pocos han sido los compromisos de los países desarrollados para asumir sus responsabilidades por la emisión de estos gases.

La presidente de Acodal expresó la necesidad que esta política integral frente al recurso hídrico, contemple la ampliación y adecuación de embalses multipropósito, que puedan suplir agua potable en periodos de escasez de lluvias, pero que al mismo tiempo puedan mantener la generación de energía.

Soluciones estratégicas

Ante las amenazas de profundización de las crisis por ausencias o exceso de lluvias, la presidente de Acodal sostuvo que se debe fortalecer el modelo institucional y presupuestal relacionado con las distintas variables del recurso hídrico. “Hay que inclinar la balanza hacia estrategias de adaptación, más que de mitigación”, señaló.

Otro aspecto debe ser la gestión por cuencas, de tal manera que los proyectos de adaptación sean fundamentalmente regionales y multisectoriales, es decir, que contemplen reforestación a gran escala, embalses multipropósito y regulación hídrica, entre otros aspectos.

Todo esto valida una vez más la necesidad de crear una Agencia Nacional del Agua, altamente técnica, descentralizada del orden nacional pero que sea transversal a todos aquellos sectores que involucren en sus actividades consumo del recurso hídrico.

No necesariamente implica mayor burocracia, simplemente es agrupar funciones que se encuentran dispersas en distintos ministerios.

En ese contexto, la Agencia Nacional del Agua tendría como principal función la gestión integral del recurso hídrico. Con este objetivo, financiaría con grupos de municipios y la Autoridad Regional Ambiental, proyectos o macroproyectos de impacto.

Los recursos financieros provendrían de reformular el Sistema General de Participaciones y el de Regalías.

“Eso es lo que requiere un país que toma en serio las amenazas del futuro. Es necesario desde ya gestionar y programar recursos para ejecución de inversiones importantes en reforestación, regulación de cuencas, construcción de infraestructuras, tal como se ha hecho históricamente para el sector eléctrico”, concluyó la presidente de Acodal.

En la era de la ecohidrología

La presidente ejecutiva Acodal, también propuso acudir en Colombia biotecnologías ecohidrológicas, que consisten en sistemas de ingeniería ecológica y soluciones sustentadas en la misma naturaleza, entre otras alternativas, y que ya vienen siendo utilizadas con éxito en otros países.

“Más allá de saber que el agua es el común denominador y regulador de diversos procesos ecológicos, hay que dar respuesta a la degradación de los ciclos hidrológicos desde la ingeniería y las biotecnologías para mejorar la capacidad de cuidado de las cuencas, acomodar o reacomodar los asentamientos y preservar o recuperar la calidad ecológica del entorno”, explicó la Ingeniera Mejía de Pumarejo al sustentar su propuesta.

“Colombia tiene que avanzar, además de los conocimientos teóricos sobre los ciclos del agua, en la comprensión interdisciplinaria de la interacción entre poblamiento e hidrología, para contar con herramientas innovadoras que permitan la conjunción entre el agua y la biota”, sostuvo la dirigente.