¿Quien o quienes se quieren inventar un conflicto, realmente inexistente entre Colombia y Venezuela?.
Esta es la gran pregunta que se ha propagado por el continente, luego de un supuesto atentado, a juzgar por versiones de agencias internacionales, que no encuentran claridad absoluta sobre la realidad de los hechos del sábado en Venezuela.
A continuación las dos caras de esta moneda informativa: por un lado un análisis, muy rápido por cierto, del analista venezolano José Negrón, y la posición oficial del Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien ejerce su último día de mandato, pues mañana asume oficialmente Iván Duque, del Centro Democrático, y de los afectos del expresidente y ahora Senador, Álvaro Uribe Vélez.
Alerta, Venezuela: todos los caminos apuntan a Colombia
Lo advertíamos, se vienen “momentos de marea alta” en Venezuela. No es ninguna clase de profecía, solo atendimos a la señales que estaban flotando en el ambiente. Ahora, luego del atentado frustrado contra el presidente Maduro: ¿qué resta esperar en el país suramericano?
La conexión Miami-Bogotá
Maduro acaba de señalar a Juan Manuel Santos, como uno de los principales instigadores del intento de magnicidio ocurrido la tarde del sábado en Venezuela.
La Casa de Nariño inmediatamente ha reaccionado considerando “sin bases” dichas afirmaciones. Sin embargo, además de las declaraciones públicas de Santos, donde “veía cerca” el final del Gobierno de Maduro, también se había dado inicio a una campaña de preparación psicológica para posicionar la idea de una salida violenta en Venezuela. El plan había comenzado.
Resulta curioso que inmediatamente luego del atentado, en cuentas de Twitter asociadas a la oposición venezolana, comenzara a correrse la matriz de que se trataría de un “autoatentado”, lo cual es cónsono con la nota publicada por Associated Press explicando que se no se trataría de un magnicidio, sino de una “bombona de gas” que detonó dentro de un apartamento.
Lo cierto es que los drones cargados de explosivos C4 existieron y, según las versiones, fueron derribados por francotiradores de Casa Militar antes de que lograran acercarse a la tarima presidencial y lograr su objetivo.
El comunicado del grupo Soldados de Franela que leyó a pocos minutos del atentado la periodista de oposición Patricia Poleo desde Miami, confirmaría la versión oficial de intento de magnicidio. Sin embargo, los esfuerzos de la mediática internacional al seguir catalogando los hechos como solo “supuestos”, dejan en claro que el objetivo es desviar las miradas acusadoras que apuntan hacia Bogotá como operador de las políticas de Washington.
No por casualidad, Charles Shapiro, quien fuese embajador de Estados Unidos en Venezuela durante el golpe de Estado del 2002, fue uno de los primeros en salir a reseñar con sarcasmo las acusaciones del presidente venezolano.
Afortunadamente, ya este domingo 5 de agosto, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, ha confirmado en exclusiva a Sputnik que se ha logrado la captura de los responsables del atentado y en estos momentos aportan datos de interés criminalístico.
El ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, amplió la información explicando que se trataría de seis personas. Una de ellas, tenía orden de captura por haber participado en el asalto al Fuerte Paramacay ocurrido justamente el 6 de agosto del año pasado. Otro aprehendido tenía antecedentes por haber participado en las guarimbas del 2014 y le fue otorgado un beneficio de libertad procesal.
“Como decía el padre Bolívar, después de un perdón viene una traición”, indicó.
Reverol afirmó que el aparato de seguridad e inteligencia venezolano se encuentra en máxima alerta y desplegado. “Están identificados plenamente los autores materiales e intelectuales, dentro y fuera del país, por eso que no se descartan en las próximas horas otras detenciones”.
¿Es inevitable la confrontación con Colombia?
Ya en un artículo anterior, comentábamos que el principal reto al que se enfrenta el chavismo se encuentra en el flanco colombiano.
Mientras que Álvaro Uribe, enemigo declarado de Venezuela, se mantiene muy activo haciendo lobby para lograr apoyo a un golpe de Estado en Venezuela, ya se encuentran camino a Bogotá, Donald Trump, principal aliado militar, Benjamín Netanyahu, principal proveedor de armas, y además el opositor venezolano Antonio Ledezma, que ha dichoque “Duque representa una esperanza para los venezolanos”.
Esta conjunción de factores es absolutamente causal. Sumado a los ejercicios UNITAS pautados para septiembre, se va configurando una terrible amenaza a la que debemos prestar atención.
El presidente electo Iván Duque, declaró que luego de su toma de posesión, pautada para este 7 de agosto, haría su primer consejo de seguridad en Tibú, localidad cercana a la frontera colombiana.En el año 2015, Colombia creó en el departamento de La Guajira, la Fuerza de Tarea de Armas Combinadas Medianas (FUTAM) con el pretexto de combatir actividades ilícitas en dicho departamento. Sin embargo, un breve análisis hecho sobre la composición y organización —armas de combate blindadas, de artillería, de infantería, de apoyo logístico y de aviación del Ejército-, nos hacen pensar que dicho cuerpo está enfocado más hacia una posible acción bélica contra Venezuela.
Ya lo decía Liddell Hart, un estudioso de la guerra: el profeta dice la verdad, pero el jefe la encarna. El Gobierno venezolano debe tomar estas señales con absoluta seriedad y prepararse para cualquier intento de agresión a partir de que Duque asuma el poder. Es necesario que Caracas, aludiendo a citas de Hart, se resigne “al mal inevitable” y no “sacrifique la verdad a lo momentáneamente conveniente”.En resumen, los próximos meses serán muy movidos en los más de 2.000 kilómetros de frontera común que comparten ambos países. La razón, ya la asomaba el presidente Maduro durante su posterior alocución al intento de magnicidio: Estados Unidos y su brazo ejecutor en el continente, Colombia, quieren evitar a toda costa que el plan de recuperación económica que comenzará el 20 de agosto, surta efecto positivo.
Seguiremos de cerca los acontecimientos.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK ni la de WWW.ABCDEAMERICA.COM
Santos califica de “insólito” señalamiento de Maduro sobre su participación en atentado
BOGOTÁ. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, calificó de “insólito” el señalamiento que el pasado 4 de agosto hizo su par Venezuela, Nicolás Maduro, sobre su supuesta responsabilidad en el atentado frustrado en un acto oficial en Caracas, realizado con drones cargados con explosivos.
“Hay otro [rumor] todavía más insólito: que estoy con la inteligencia americana y con la derecha venezolana armando complot para asesinar al presidente de Venezuela, ¡por Dios!”, dijo Santos en el marco del foro Fortalecimiento de los Organismos de Control en Colombia, que se realiza en Bogotá y transmitido vía streaming.
Santos recordó que, previo a ese rumor, hubo otro hace dos semanas, en el que la oposición colombiana lo señaló de tener vínculos con el aparato de inteligencia de Reino Unido (MI6) en el caso que se le sigue al senador y expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) en la Corte Suprema de Justicia por delitos de soborno y fraude procesal.”Yo creí que este era el tope de las acusaciones, pero no, me equivoqué”, dijo Santos este 6 de agosto.
Además: Canciller venezolano: atentado contra Maduro fue un magnicidio frustrado
El mandatario señaló que el 4 de agosto “estaba en cosas mucho más importantes”, como lo fue el bautizo de su primera nieta, Celeste.
“Yo le digo al presidente de Venezuela: el sábado [el 4 de agosto] yo estaba en cosas mucho más importantes, estaba bautizando a mi nieta”, señaló de modo literal el jefe de Estado colombiano.Santos no se refirió al tema el fin de semana, y sólo en la noche del sábado, horas después del atentado, una fuente de la Presidencia indicó a la prensa internacional a través del servicio de mensajería WhatsApp que el señalamiento por parte de Maduro no tenía fundamento.
“Eso no tiene base, el presidente [Juan Manuel Santos] está dedicado al bautizo de su nieta, Celeste, y no a tumbar gobiernos extranjeros”, indicó dicha fuente.
Más tarde, esa misma noche, el Ministerio de Exteriores de Colombia afirmó en un comunicado que los señalamientos de que el mandatario colombiano sería el responsable del supuesto atentado en contra del presidente venezolano “resultan absurdos y carecen de todo fundamento”.
Al respecto, agregó que “ya es costumbre que el mandatario venezolano culpe permanentemente a Colombia de cualquier tipo de situación”, por lo que exigió “respeto por el presidente Juan Manuel Santos, por el Gobierno y por el pueblo colombiano”.
El atentado contra Maduro ocurrió el 4 de agosto pasado a las 17.41 hora local (21.41 GMT), en momentos en que el mandatario pronunciaba un discurso en la Avenida Bolívar, en Caracas, en el marco de la conmemoración del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana.Según el ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, tres drones cargados con explosivos detonaron durante la parada militar, lo que generó pánico entre los asistentes y obligó a suspender la transmisión de la cadena nacional.
Vídeo: Así los guardaespaldas protegieron a Maduro durante el intento de asesinato
En el hecho siete militares resultaron heridos, pero el presidente Maduro salió ileso y tres horas después, durante una alocución en cadena, responsabilizó del ataque a la “ultraderecha venezolana” y al presidente colombiano.
“El nombre de Juan Manuel Santos está detrás de este atentado, no tengo dudas, la saña asesina de la oligarquía venezolana, y estoy seguro de que aparecerán todas las pruebas”, expresó Maduro.
En su alocución, Maduro subrayó que “los primeros elementos de investigación apuntan a Bogotá”, ya que “Juan Manuel Santos entrega la presidencia el 7 de agosto y no se puede ir sin hacerle un daño a Venezuela”, luego de lo cual ordenó a la Fuerza Armada de su país mantenerse en máxima alerta en la frontera con Colombia.De acuerdo con la información del Gobierno de Venezuela, la mayoría de los autores materiales del atentado se encuentran detenidos y les fueron incautados controles de los drones, computadoras y teléfonos móviles.