ANÁLISIS: Relaciones Maduro-Santos, ¿se romperá el cántaro?

Por FRANCISCO RODRÍGUEZ GARCÍA
Director ABC DE AMÉRICA

Como bien lo dice el refrán popular “tanto va el cántaro a la fuente, hasta que al final se rompe”, así andan por estos días las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Caracas, o más vale decir, entre Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro.

La última carga de profundidad la ha lanzado desde Colombia el presidente Santos, al advertir que la exiliada exfiscal de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, es protegida de su gobierno y que si solicita asilo se le otorgará.

Venezuela ha contestado automáticamente a través de su Canciller, Jorge Arreaza, yerno del extinto fefe de Estado venezolano, Hugo Chávez, quien señala que desde Colombia se conspira contra la democracia y la paz de su país.

Sin duda, estos nuevos acontecimientos colocan de nuevo la relación entre los dos países en su punto más álgido, algo parecido a lo que ocurrió en el ocaso del mandato de Álvaro Uribe, quien al acusar al gobierno venezolano de ese momento, liderado por Chávez, de dar refugio a las Farc luego de perpetrar ataques en Colombia, generó la ruptura de relaciones, anunciada en el palacio de Miraflores y con Diego Maradona como testigo de honor.

Lo llamativo de esta nueva coyuntura diplomática, es que a muy pocos días de posesionarse como nuevo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos envió a Caracas a su hoy Canciller, María Ángela Holguín, para invitar formalmente al entonces presidente Hugo Chávez y a su ministro de Exteriores, hoy mandatario Nicolás Maduro, a sostener un muy rápido encuentro para hacer las paces y reanudar las relaciones diplomáticas.

Así, bajo la sonada frase de Santos en la que se refería a Chávez como su nuevo mejor amigo, quedaba zanjada una vieja rencilla, desde cuando ante el intento de golpe de 2002 en Venezuela, el hoy mandatario de Colombia celebraba tal hecho, sin imaginarse que la intentona se superó y Chávez regresó a su despacho en Miraflores.

Producto de esa reconciliación, Chávez y Maduro fueron determinantes en el proceso de negociación de paz con las Farc en La Habana, la cual dió como resultado la firma de un acuerdo que puso fin a un conflicto de más de medio siglo en Colombia.

No obstante, en la medida en que se ha recrudecido la inestabilidad política en Venezuela, Colombia, desde las voces de la presidencia y la cancillería ha cuestionado las actuaciones del gobierno Maduro, que le han dado paso, entre otras cosas, a una Asamblea Nacional Constituyente, la disolución del legislativo y la persecución hasta la destitución a la ahora rebelde y disidente del chavismo, la exfiscal Luisa Ortega.

Santos no se ha quedado callado y ha advertido que lo de Venezuela ya es una dictadura, que Colombia llora por la situación del vecino país, y ahora, que no vacilará en dar asilo a la exfiscal Ortega Díaz.

Así las cosas, en medio de los crecientes pronunciamientos y vertiginosos hechos políticos, ¿se romperá en esta ocasión el cántaro de las relaciones Colombia-Venezuela? La expectativa es grande.

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