Desde Wuhan, en la provincia china de Hubei, donde comenzó esta pesadilla mundial, se dio la retirada del último equipo médico enviaro para apoyar a la región durante el contagio, esto mientras el mundo todavía aprende a luchar contra el implacable mal.
El último equipo de asistencia médica que quedaba en la provincia central china de Hubei comenzó a retirarse este miércoles, en vista de que ya se ha atenuado el brote de la neumonía COVID-19.
El equipo médico, compuesto por más de 180 profesionales del Peking Union Medical College Hospital había llegado a Wuhan, la capital de Hubei, el 26 de enero.
El miércoles partieron desde Wuhan 179 médicos, en tanto que otros seis permanecerán para apoyar al personal de salud local en el tratamiento de los pacientes.
“Todavía hay un pequeño número de pacientes que no se han recuperado completamente. Esperamos que puedan mejorar lo antes posible”, dijo Guo Fan, miembro del equipo médico que asiste al Hospital Tongji en Wuhan.
El equipo médico atendió a 109 pacientes en estado crítico ingresados en el hospital.
“He estado fuera de casa por más de 80 días, estoy deseando ver a mi familia”, reconoció Guo.
Una ceremonia de despedida se llevó a cabo en la madrugada en el Zhonghe International Hotel, donde el equipo médico se hospedó en Wuhan.
“Trabajaron muy duro. A menudo veía a muchos dormirse mientras desayunaban. Merecen nuestra más sincera gratitud”, dijo Liu Yanxia, una ayudante de cocina del hotel que dejó su puesto para despedir a los médicos.
Liu Chunhong, de 56 años, es un voluntario comunitario en Wuhan. Él y otros cuatro voluntarios se dirigieron al hotel para despedirse del equipo médico.