DEPORTE-SPUTNIK El deporte estadounidense se encuentra en fuego cruzado con el presidente, Donald Trump. Luego de haberse metido con la Liga de Fútbol americano (NFL, en inglés), el béisbol, el baloncesto y otros se sumaron a las protestas en contra del mandatario.
“La situación que vive Trump con el deporte ya dejó de ser exclusiva con el fútbol americano. Jugadores de béisbol, otro de los deportes populares en EEUU, también reclamaron durante los partidos del fin de semana por las declaraciones de Trump. Se está poniendo todo el deporte en su contra”, afirmó a Sputnik el periodista deportivo Álvaro Figueredo, desde Miami.
Todo empezó por una protesta simbólica del jugador de fútbol americano Colin Kaepernick, que se arrodillaba cada vez que sonaba el himno nacional previo a un partido como un manifiesto contra el asesinato de negros a manos de la Policía.
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— NESSA (@nessnitty) 25 de septiembre de 2017
Durante un discurso en el estado de Alabama el pasado 22 de septiembre, entre tantos temas Trump aprovechó para criticar la manifestación de Kaepernick y desató un debate nacional sobre racismo. Ante la repercusión, el mandatario siguió con el tema en su Twitter a lo largo del día siguiente, un sábado. Y culminó con una publicación en la que deshacía una tradicional invitación a los campeones del baloncesto, de la NBA, a la Casa Blanca.
Entre sus comentarios de aquel día, Trump también sugirió que los dueños de la Liga Nacional de Fútbol americano (NFL, en inglés) dispararan a los jugadores que no se mantuvieran en pie durante el himno. Además, opinó que ese deporte viene perdiendo popularidad porque ya no es violento como antes.
A raíz de la polémica, NFL emitió un comunicado en rechazo a comentarios que provocan la “división” y a la “falta de respecto a la entidad y a sus jugadores”, que se esfuerzan para “crear un sentido de unidad en el país”.
Hasta policías se han manifestado a favor del atleta y compartieron fotos en las que aparecen de rodillas.
Trump siguió dándose la batalla este 26 de septiembre. El mandatario republicano insistió que no se trata de una cuestión de racismo, sino de respeto a la patria y abogó a que se prohibiera que los jugadores pudieran arrodillarse durante el himno nacional.