Después de varios meses insistiendo en que el uso de tapabocas es una “cuestión personal”, en las últimas semanas el mandatario ha comenzado a abogar insistentemente en su uso. Sin embargo, por el momento la Casa Blanca descarta que su uso sea obligatorio.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió este martes a la población que use mascarilla, mantenga las distancias y practique una higiene “vigorosa” tras reconocer que en las últimas semanas el país ha sufrido una oleada de “repuntes preocupantes”.
“Le pedimos a los estadounidenses que usen mascarilla, mantengan las distancias y mantengan una vigorosa higiene (…). Le pedimos a todos que, cuando no sea posible mantener las distancias, usen mascarillas, consigan mascarillas”, dijo Trump al comienzo de la rueda de prensa celebrada en la Casa Blanca.
El mandatario insistió en la importancia de embozarse “te guste o no” ya que, según dijo, las mascarillas “tienen un impacto, tendrán un efecto”.
El presidente compareció solo ante los medios, sin la presencia de ninguno de los miembros del equipo designado por el Ejecutivo para gestionar la pandemia, tal y como venía siendo habitual hasta el pasado 27 de abril, cuando la Casa Blanca dejó de ofrecer ruedas de prensa para informar sobre la COVID-19.
“En semanas recientes hemos visto un repunte preocupante de casos en muchas partes del sur”, lamentó Trump, quien reconoció que el país es testigo de “ascuas, incendios y grandes incendios”, en referencia a los nuevos brotes.
Según datos de la Universidad Johns Hopkins el coronavirus se ha cobrado 141.426 vidas en el país, donde se han registrado en total 3.858.686 casos confirmados. En cuanto la tasa de mortalidad, Estados Unidos ocupa el tercer puesto en el ranking de países, con 43,07 muertes por cada 100.000 personas, sólo por detrás de Reino Unido (68,28) y Chile (45,40).