VOANOTICIAS. La tormenta tropical Nate ganaba fuerza el sábado en su rápido avance sobre el centro del Golfo de México en dirección hacia Luisiana, Estados Unidos, tras anegar Centroamérica con lluvias a las que se atribuyen al menos 25 muertes.
Según el Centro Nacional de Huracanes el sistema llegará a la costa estadounidense durante la media noche del sábado y madrugada del domingo como huracán categoría uno, el más débil de una escala de cinco niveles utilizada por los meteorólogos.
Luisiana y Mississippi declararon estado de emergencia y las autoridades de Luisiana ordenaron a algunas personas que evacuaran zonas costeras e islas antes de la llegada de la tormenta. En algunas plataformas petrolíferas del Golfo de México se iniciaron evacuaciones.
En la ciudad de Nueva Orleans, devastada por el huracán Katrina en 2005 y donde residentes algunos de sus residentes eran evacuados a zonas seguras.
“La mayor amenaza de esta tormenta en particular no es la lluvia, sino fuertes vientos”, dijo el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu.
El gobierno de Mississippi anunció la apertura de 11 centros de evacuación en zonas alejadas de la costa, con autobuses disponibles para los que no pudieran conducir.
Nate podría elevar el nivel del mar entre 1,2 y 2,1 metros en la zona entre Morgan City, Luisiana, y la frontera entre Alabama y Florida, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
El sábado por la mañana la tormenta se encontraba unos 550 km al sur-suroeste de la desembocadura del río Mississippi y avanzaba al norte-noroeste a 35 kmh (22 mph). Tenía vientos sostenidos máximos de unos 130 kilómetros por hora, según el centro con sede en Miami.
Nate en Centroamérica
En Centroamérica, Nate arrasó con carreteras y pueblos, desbordó ríos y derribó árboles, dejando a su paso al menos 12 muertos en Nicaragua, nueve en Costa Rica, dos en Honduras y dos en El Salvador, según autoridades locales de protección civil. También calculan una treintena de desaparecidos en la región.
En Costa Rica y en Nicaragua hay unos 20.000 damnificados por las inundaciones y varias zonas de ambos países permanecen incomunicadas por vía terrestre debido a los aludes, lo que está complicando las labores de rescate y el envío de ayuda a miles de damnificados en riesgo.