Máxima tensión precede llegada de Joe Biden a la Casa Blanca

VOZ DE AMÉRICA

WASHINGTON D.C. – Después de que miles de alborotadores asaltaran el Capitolio la semana pasada, las autoridades estadounidenses trabajan para garantizar la seguridad en sus calles, especialmente en la capital del país, Washington D.C., donde el próximo miércoles tendrá lugar la toma de posesión del presidente electo Joe Biden.

A lo largo de esta semana se ha sabido que cerca de 300 personas han sido identificadas tras participar en el asalto con el propósito de impedir la certificación de la victoria electoral del demócrata. El FBI ha recibido más de 140.000 llamadas ofreciendo pistas para poder identificar a los alborotadores.

Además, según han confirmado las fuerzas de seguridad de Washington D.C. y el Departamento de Defensa, la Guardia Nacional participará en el dispositivo de seguridad con unos 25.000 militares, lo que supone una cifra sin precedentes. Por ejemplo, hace cuatro años, durante la investidura de Donald Trump, apenas fueron desplegados 8.000.

Miles de ellos ya están en la capital, montando guardia junto al Congreso y patrullando las calles, muchas de las cuales permanecerán cortadas hasta el miércoles.

La policía ha cerrado el acceso al centro de la ciudad seis días antes de lo que originalmente se había planificado. El complejo del Capitolio permanece cerrado al público y las calles normalmente traficadas que conducen al Congreso están vacías de carros y turistas.

Los reservistas serán respaldados por centenares de agentes federales y policías locales y estatales. Hace cuatro años, la Guardia Nacional desplegó unos 8.000 soldados para la inauguración de Trump.

Las autoridades dijeron que están confiados en mantener la seguridad durante el evento, a pesar de las nuevas llamamientos a nuevos actos violentos en todo el país.

Biden y Pence, juntos en la investidura

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El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, planea asistir a la inauguración de Biden, no así Trump, quien estará ausente, sumándose así a un puñado de presidentes estadounidenses que no han asistido a la inauguración de sus sucesores.

El pasado 6 de enero, el vicepresidente presidia la sesión bicameral del Congreso para certificar la victoria de Biden cuando una multitud de simpatizantes de Trump enojados irrumpió en el Capitolio, saqueando oficinas y chocando con oficiales de policía. La violencia dejó a cinco personas muertas, incluyendo un policía del Capitolio.

La investidura de Biden ha sido designada como un “evento nacional de especial seguridad”, es decir un evento de significado nacional que requiere de coordinación de seguridad entre múltiples agencias. El Servicio Secreto está encabezando el gigantesco dispositivo de seguridad.

La ceremonia de juramentación de Biden se realizará en la fachada oeste del Capitolio, desde donde él pronunciará su discurso inaugural. En lugar de las tradicionales festividades, el equipo Biden ha planificado un especial de televisión.

Por su parte, Biden ha dicho que no está preocupado por su seguridad. “No tengo miedo de hacer mi juramento al aire libre”, le dijo a los reporteros el lunes.