El anuncio del gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, de extender hasta el 15 de mayo, es decir, un mes más, el aislamiento social, pone a Estados Unidos de primero en la lista de países que prolongan la medida, como mecanismo de protección frente al Covid19.

Pero a la decisión de Cuomo se acaba de sumar que el gobierno británico anunció el jueves que las medidas de confinamiento nacional permanecerán vigentes durante al menos tres semanas más, mientras las autoridades de salud dijeron que el brote de coronavirus en Gran Bretaña está llegando a su punto máximo.
En el mismo sentido se han pronunciado las autoridades de México, cuyo gobierno anunció este jueves que extendía las medidas de aislamiento social y limitó la movilidad hasta el 30 de mayo, además pidió a las localidades menos afectadas por el virus que establezcan “cordones sanitarios” para evitar su propagación.
Con 5.847 contagios y 449 muertos, México inició una serie de medidas que buscan atender las distintas necesidades de cada región dependiendo del impacto del virus, en la Ciudad de México, por ejemplo, hay más de 1.600 casos por lo que las recomendaciones son más severas, en cambio, en muchos municipios rurales no hay ningún caso.

En Colombia, el ministro de Salud, Fernando Ruíz, acaba de comunicar que la cuarentena en el país sudamericano no termina el 27 de abril. El gobierno del presidente Iván Duque ha manifestado insistentemente un aislamiento inteligente, que consistirá en una apertura gradual de las principales actividades económicas.
Temor generalizado
Hay un temor generalizado a que el coronavirus pueda regresar después de levantar las cuarentenas y el distanciamiento social.
Mientras diferentes países estudian cómo reactivar sus economías paralizadas por el coronavirus, las primeras experiencias en China y partes de Europa indican que no va a ser una tarea fácil.
Los trabajadores que han vuelto al trabajo tienen miedo de gastar demasiado o de salir. los clientes se mantienen alejados de las pocas tiendas que han reabierto, y las mascarillas y las medidas de distanciamiento social siguen presentes.
Existe también un temor generalizado a que el coronavirus pueda regresar si las cuarentenas que pretenden frenarlo se suavizan demasiado o demasiado pronto.
Aun así, los gobiernos están ansiosos por reabrir fábricas, escuelas y comercios y reparar el daño económico de la pandemia, que se ha cobrado más de 137.000 vidas de las más de dos millones de personas infectadas.
Algunas ciudades chinas han intentado tranquilizar a los consumidores mostrando imágenes de autoridades locales comiendo en restaurantes. En Estados Unidos, la gente empezó a recibir los cheques de asistencia para ayudarles a pagar facturas.
Las calles de Roma se ven casi desiertas pese a la reapertura de algunas tiendas. En Viena, Marie Froehlich, propietaria de una tienda de ropa, dijo que su personal está contento de estar de vuelta tras pasar semanas recluidos en casa. Pero dependen en gran parte del turismo y ella estima que el negocio tardará meses en volver a la normalidad.
“Hasta entonces, estamos en modo de crisis”, señaló.
El vendedor de camiones Zhang Hu, en Zhengzhou, China, volvió al trabajo, pero sus ingresos se han desplomad porque poca gente compra vehículos de 20 toneladas. “No tengo ni idea de cuándo mejorará la situación”, dijo.