Los aportes del aceite de palma a la energía y salud humanas

Una alimentación saludable es aquella que aporta todos los nutrientes esenciales y la energía que cada persona necesita para mantenerse sana.

Esta consiste en ingerir una variedad de alimentos que brinden los nutrientes necesarios para mantenerse sano, sentirse bien y tener energía. Estos nutrientes incluyen proteínas, carbohidratos, grasas,  agua, vitaminas y minerales.

Las grasas o lípidos sirven como depósitos de energía en el organismo, como protección de los órganos, aislamiento del frío, transporte de las vitaminas A, D, E, K y para aportar ácidos grasos esenciales.

Los aceites y grasas han sido estigmatizados como los “malos”, sin embargo, los seres humanos dependen de este importante nutriente para vivir, pues interviene en múltiples funciones y procesos que realiza el organismo para su correcto funcionamiento. 

Vale recalcar que no existen alimentos completamente buenos o malos, pues esto depende de la  dieta y de ahí la importancia de consumir todos los nutrientes en la cantidad necesaria.

También, el cuerpo humano necesita de las grasas para poder realizar la síntesis de ciertas hormonas como la testosterona.

¿SABÍAS QUE…?

Cada gramo de grasa produce nueve calorías, más del doble de las que otorgan las proteínas y los carbohidratos. Entonces, mientras más grasas se ingieren en una comida, más pronto se quitará el apetito.

Esto se debe a que al metabolizarse la grasa se liberan unas sustancias conocidas como cuerpos cetónicos. Estos viajan por la sangre hasta el cerebro y actúan directamente en el centro del apetito en el hipotálamo, frenándolo.

Entre los aceites y grasas más usados para el consumo humano se encuentra el aceite de palma, el cual ha sido utilizado durante muchos años en diversas preparaciones, especialmente en la industria de alimentos, y en múltiples aplicaciones debido a sus condiciones de disponibilidad, versatilidad y costo; además es importante considerar sus propiedades, características nutricionales y funcionales.

El aceite de palma es rico en tocotrienoles, una forma de vitamina E, que lo hace un alimento favorable para el sistema circulatorio. También tiene un gran poder antioxidante debido a sus betacarotenos (vitamina A), haciéndolo beneficioso para la vista y, además, ayudando en la prevención de enfermedades neurodegenerativas.

Por su composición de ácidos grasos saturados e insaturados y su consistencia semisólida, el aceite de palma no requiere hidrogenación para ser utilizado en la elaboración de productos de panadería, margarinas, galletas y productos congelados; evitando así la formación de grasas trans, reconocidas por aumentar el riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares y por sus efectos nocivos para la salud.

Es una excelente opción para freír

La composición de ácidos grasos y el contenido de antioxidantes del aceite de palma hacen de éste un producto altamente resistente a procesos de oxidación y polimerización, por lo cual puede ser sometido a altas temperaturas sin producir residuos pegajosos y sin degradarse rápidamente, convirtiéndolo en la mejor opción para ser utilizado tanto en la industria y como en el hogar.

Tenga en cuenta

El aceite de palma es naturalmente libre de grasas trans y de colesterol. Se ha convertido en una excelente opción dentro de la alimentación diaria gracias a los múltiples beneficios que le otorgan su perfil de ácidos grasos y su contenido de vitaminas y fitonutrientes.

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Receta

PASTELES DE YUCA RELLENOS DE PISILLO DE BAGRE CON AJÍ DE CARAMBOLO

 

Ingredientes:

 

1 libra de bagre

1 cebolla cabezona pequeña

3 cebollas largas

1 pimentón

3 cucharadas de aceite de palma

¼ cucharadita achiote

1 libra de yuca

½ libra de arracacha

1 cucharada de almidón de yuca

12 huevos de codorniz

1 litro de aceite de palma para freír

4 carambolos

2 cucharadas de cilantro

2 cucharadas de aceite de palma

2 cucharadas de cebolla larga picada

2 cucharadas de vinagre blanco

Sal y pimienta al gusto

 

 

 

 

 

 

Preparación

Masa: en una olla a fuego medio ponga la yuca, la arracacha y los dientes de ajo con agua que los cubra, cocine hasta que la arracacha y la yuca estén blandas; retire del fuego y escurra. Muela la yuca y la arracacha con ayuda de un molino mientras estén calientes. Ponga la masa resultante en un mesón y adicione el almidón de yuca, mezcle muy bien para obtener un color uniforme. Extienda la masa con un rodillo hasta que tenga alrededor de ½ centímetro de grosor. Corte círculos de 10 cm de diámetro y rellénelos.

Relleno: cocine el bagre en agua y desmenúcelo. Guarde un poco del caldo de cocción para hidratar el relleno, si es necesario. Cocine los huevos de codorniz, pélelos y resérvelos. Pique el pimentón, las cebollas, el ajo y sofría a fuego medio por 10 minutos, adicione el achiote y luego el bagre. Sazone con sal y pimienta. Con el relleno, forme una bola del tamaño de la palma de la mano cerrada, haga un hueco en el centro con un dedo e inserte el huevo, cierre la bola y moldee en forma ovalada, cubra con la masa reservada y cierre muy bien, sin dejar fisuras. Enfríe en la nevera durante media hora y fría los pasteles en el aceite de palma caliente.

Ají: corte el carambolo en cuartos y retírele las semillas, píquelo en cuadritos. Pique finamente la cebolla y el cilantro; mezcle con el carambolo, el aceite, el vinagre y la sal, pimienta y ají al gusto.