Rusia espera que finalicen en breve los procesos de certificación de la vacuna rusa contra el COVID-19 Sputnik V por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), declaró el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
“Hasta ahora no se ha avanzado mucho. Esperamos que se completen los procedimientos pertinentes por parte de la OMS y la EMA. Nos aseguran que no se crean obstáculos artificiales. Ellos nos hacen preguntas, a las que responden nuestras instituciones correspondientes. Pero, por supuesto, me gustaría acelerar ese proceso”, dijo Lavrov en una rueda de prensa celebrada en Moscú.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) comenzó el proceso de autorización de Sputnik V para Europa a inicios de marzo.En junio pasado una delegación de la EMA y la OMS llegó a Rusia para inspeccionar el proceso de producción de la vacuna rusa.
La OMS publicó más tarde un informe preliminar en el que anunció haber registrado varios problemas en la producción del fármaco en Rusia, la mayoría de los cuales está relacionada con la protección del medio ambiente.
Los expertos también se refirieron a “problemas con la trazabilidad completa, la identificación y el historial de lotes de Gam-COVID-Vac (nombre técnico de Sputnik V)”. Además, fueron detectados problemas con la esterilidad durante el proceso de fabricación.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró en aquel entonces que todos los problemas detectados por la OMS pronto fueron resueltos.
En octubre pasado el Ministerio de Salud ruso comunicó que espera una visita de expertos de la EMA en diciembre “como parte del procedimiento de certificación de la vacuna Sputnik V“.
La vacuna rusa Sputnik V
Sputnik V, registrada en Rusia el 11 de agosto de 2020, consta de dos dosis que se aplican con un intervalo de 21 días. La primera se basa en el adenovirus humano tipo 26 y la segunda, en el adenovirus humano recombinante del tipo 5.
A principios de febrero, la revista científica británica The Lancet publicó los resultados provisionales de la tercera fase del ensayo clínico de la vacuna rusa, que confirmaron una seguridad y eficacia del 91,6%.
La vacuna está aprobada en 70 países de Europa, Asia, África y América, entre ellos Argentina, Bolivia, México y Venezuela.