Gobierno de Colombia: primer mes de cese del fuego con ELN es satisfactorio

AMÉRICA LATINA-SPUTNIK, BOGOTÁ. El Gobierno de Colombia dio un parte satisfactorio del cese del fuego bilateral que mantiene desde el 1 de octubre con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), aunque destacó que aún preocupa la situación de violencia en el departamento de Chocó (noroeste).

“La delegación del Gobierno colombiano registra con satisfacción que, en líneas generales, el cumplimiento del cese al fuego y de hostilidades en este primer mes ha sido satisfactorio. Sin embargo, nos sigue preocupando la situación del Chocó”, dijo el jefe de la delegación gubernamental de paz en los diálogos con el ELN, Juan Camilo Restrepo.

Hasta la fecha no se ha registrado ningún enfrentamiento armado entre el ejército y la policía con la guerrilla, lo que ha permitido “desescalar” el conflicto, observó.El funcionario, cuyos testimonios fueron dados en Quito y difundidos por la Oficina del Alto Comisionado de Paz en Colombia, agregó que debido a la situación de violencia en el departamento varios integrantes de la comunidad indígena embera debieron abandonar la región.

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“En el día de ayer, la OCHA (Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios) denunció el desplazamiento forzado que ha tenido lugar en los últimos días dentro de la comunidad embera por coacciones y hostigamientos”, dijo Restrepo.

Asimismo, el asesinato del gobernador indígena Aulio Isarama Forastero, el pasado 24 de octubre, supuestamente por miembros del Frente de Guerra Occidental del ELN en el Chocó, “ha generado un entendible malestar y repudio entre las comunidades indígenas” de la región, por lo que actos similares “no se pueden volver a registrar”.Restrepo reiteró su llamado al ELN para que asigne un delegado del frente de Guerra Occidental en la mesa de negociaciones en Quito.

El Gobierno colombiano y el ELN mantienen un cese del fuego bilateral temporal desde el pasado 1 de octubre hasta el 9 de enero de 2018 con el objetivo de reducir la violencia en el país y dar “muestras de confianza” a las negociaciones de paz que comenzaron en febrero en la capital ecuatoriana.