Covid19 destruye equivalente a 305 millones de empleos en el mundo

Jóvenes y América, los más afectados

Las previsiones relativas al segundo trimestre de 2020 siguen siendo alarmantes, y las estimaciones más recientes de la Organización Internacional del Trabajo revelan una disminución de la cantidad de horas de trabajo de alrededor del 10,7 por ciento con respecto al último trimestre de 2019, equiparable a 305 millones de puestos de trabajo a tiempo completo (habida cuenta de una semana laboral de 48 horas, con arreglo al valor de referencia actualizado).

Las Américas (13,1 por ciento) y Europa y Asia Central (12,9 por ciento) son las regiones en las que se registraron las mayores pérdidas de horas trabajadas.

Puede consultar aquí el informe completo.

Más de uno de cada seis jóvenes ha dejado de trabajar desde el comienzo de la pandemia de la COVID-19 , mientras que quienes siguen empleados han visto reducir sus horas de trabajo en un 23 por ciento, asegura la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Según se desprende de la revisión de los datos que permiten ampliar información sobre el alcance de las medidas políticas adoptadas en varios países en materia de cierre de lugares de trabajo, el 94 por ciento de los trabajadores viven en países en los que se ha aplicado algún tipo de medida de cierre de lugares de trabajo.

Pese a que cada vez más países flexibilizan sus medidas para permitir a los trabajadores regresar paulatinamente a su lugar de trabajo, al 17 de mayo de 20201 , el 20 por ciento de los trabajadores vivían en países en los que se había establecido el cierre de todos los lugares de trabajo, excepto el de trabajadores esenciales.

Por otro lado, el 69 por ciento vivía en países en los que se había establecido el cierre de lugares de trabajo en algunos sectores o en relación con determinadas categorías de trabajadores, y el 5 por ciento en países en los que se había recomendado el cierre de lugares de trabajo.

Las actividades de realización de pruebas de detección y rastreo de contactos, a tenor de las recomendaciones de la OMS, alteran en menor medida el mercado laboral. Según estimaciones de la OIT, esas actividades pueden contribuir a reducir las pérdidas de horas de trabajo hasta en un 50 por ciento.

En promedio, la pérdida de horas de trabajo estimada para los países en los que se han llevado a cabo menos actividades de realización de pruebas de detección y rastreo de contactos es de alrededor del 14 por ciento, frente al 7 por ciento en los países en los que más actividades de ese tipo se han llevado a cabo.

Ello es un factor que reviste importancia a efectos de la formulación de medidas políticas destinadas a facilitar la reincorporación al trabajo.

En total, 178 millones de jóvenes trabajadores de todo el mundo, a saber, más de cuatro de cada diez jóvenes empleados en el mundo, trabajaban en los sectores más afectados al surgir la crisis. Casi el 77 por ciento de jóvenes trabajadores en todo el mundo (328 millones) tenían un empleo en el sector informal, frente a alrededor del 60 por ciento de los adultos trabajadores (de 25 años, o más).

El índice de informalidad laboral de los jóvenes oscila entre el 32,9 por ciento en Europa y Asia Central, y el 93,4 por ciento en África.

Incluso antes de que surgiera la crisis de la COVID-19, más de 267 millones de jóvenes no tenían empleo, ni participaban en ningún programa educativo o de formación (jóvenes «nini»), incluidos casi 68 millones de jóvenes desempleados.