Coronavirus: van 106 muertes y China revela primeros hallazgos científicos

Investigadores chinos han publicado una serie de artículos académicos sobre sus primeros hallazgos vinculados con el nuevo coronavirus 2019-nCoV que ha cobrado más de 100 vidas e infectado más de 2.700 personas en el país asiático.

Un artículo reciente en el New England Journal of Medicine muestra imagenes del virus tomadas con microscopios electrónicos.

Las partículas virales resultaron mayormente esféricas, con algo de pleomorfismo (término que define la aparición de dos o más formas estructurales).

Por su parte, los diámetros de los virus mostraron una variación de 60 a 140 nanómetros aproximadamente con picos bastante distintivos de unos 9 a 12 nanómetros, dándoles la apariencia de una corona solar, de acuerdo con el documento.

La secuenciación del genoma mostró que el 2019-nCoV era idéntico en más de un 85 por ciento a un CoV similar al SARS (siglas en inglés de síndrome respiratorio agudo grave) derivado de los murciélagos, según el estudio, que tiene entre sus autores a Gao Fu, jefe del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Un artículo anterior publicado en línea por SCIENCE CHINA Life Sciences indicó que el 2019-nCoV era aproximadamente un 70 por ciento similar al SARS-CoV.

Ambas investigaciones confirmaron que el nuevo coronavirus era distinto del SARS-CoV, ya que pertenecen a diferentes ramas en el linaje B del subgénero sarbecovirus de la familia Coronaviridae.

El documento también presentó el proceso de detección y aislamiento del virus por parte de los investigadores, así como el método que emplearon para secuenciar su genoma.

Resulta probable que nuevos coronavirus emerjan periódicamente en humanos, debido a la alta prevalencia y la amplia distribución de los mismos, su gran diversidad genética y la frecuente recombinación de sus genomas, así como el aumento de las actividades de intercambio humano-animal, de acuerdo con la publicación científica.

The Lancet, la principal revista médica general independiente del mundo, también publicó dos estudios basados en datos clínicos de casos iniciales del nuevo coronavirus.

Uno de los documentos estudió los primeros 41 casos con datos de Wuhan, punto inicial de la epidemia en la provincia central china de Hubei.

Más del 70 por ciento de los 41 pacientes infectados que ingresaron en los hospitales antes del 2 de enero eran hombres y aproximadamente un tercio de ellos tenían enfermedades subyacentes como diabetes, hipertensión y padecimientos cardiovasculares. Su edad media era de 49 años.

Más del 60 por ciento de los pacientes habían estado expuestos al mercado de mariscos de Huanan, que se considera la fuente del brote de coronavirus.

El documento indicó la existencia de algunos síntomas similares entre los casos del nuevo coronavirus y el SARS.

Los síntomas comunes al inicio de la enfermedad incluyen fiebre, tos y fatiga. Alrededor del 55 por ciento de los pacientes desarrollaron disnea (dificultad para respirar).

Los menos comunes fueron la producción de esputo (secreción o flema que se produce en las vías respiratorias), dolor de cabeza, hemoptisis (expectoración de sangre) y diarrea.

“Aunque algunos síntomas son similares a los del SARS, como la fiebre, la tos seca y la disnea, aún existen diferencias importantes”, señaló el profesor Cao Bin, autor por correspondencia del artículo y miembro del Hospital de Amistad China-Japón y la Universidad Médica Capital, con sede en Beijing.

“Los pacientes con el nuevo coronavirus no tienen síntomas del tracto respiratorio superior, como secreción nasal, estornudos y dolor de garganta”, precisó Cao.

“También muestran pocos síntomas intestinales, como diarrea, que se registró en un 20 a 25 por ciento de los pacientes con SARS”, señaló el profesor.

Otro estudio informó la transmisión de persona a persona y la propagación entre ciudades del nuevo coronavirus, a través de seis personas de la misma familia.

Los autores enfatizan la necesidad de maximizar las posibilidades de contener la infección del 2019-nCoV a través de una vigilancia cuidadosa, el rastreo de los contactos activos y la búsqueda de los animales que hospedan la enfermadad y sus canales de transmisión a los humanos.