Los últimos datos sobre el monitoreo de lluvias muestran un preocupante panorama en México, frente a una intensa sequía, que afecta a por lo menos 85% del territorio de ese país. Hay alarma.
En la primera quincena de mayo de 2021, se tuvo un inicio benéfico para la temporada de lluvias. Las lluvias de esa quincena se distribuyeron sobre el noreste, oriente, centro, sur y sureste del país, y se asociaron principalmente al paso de la décimo cuarta tormenta invernal, los frentes fríos 54, 55 y 56 (de la temporada 2020-2021), así como al desarrollo de líneas de vaguada y el desarrollo de la tormenta tropical Andres (la tormenta con nombre más tempranamente registrada en el Océano Pacífico Nororiental, desde 1949).
Estas precipitaciones ayudaron a la reducción de áreas con sequía moderada (D1) en Coahuila, Tamaulipas, Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Puebla, Veracruz y Oaxaca. Mientras que la sequía de severa a extrema (D2 a D3) disminuyó ligeramente en Nuevo León, Zacatecas, Guanajuato, norte de Michoacán y Guerrero.
Las regiones donde incrementaron las condiciones de sequía, debido a que se recibieron nulas o escasas precipitaciones fueron la Península de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Durango, Nayarit, Colima y Quintana Roo.
En esas entidades, con excepción del estado de Quintana Roo, aumentaron las áreas con sequía severa o extrema (D2 o D3). Al 15 de mayo de 2021, el porcentaje de área con sequía de moderada a excepcional (D1 a D4) a nivel nacional fue de 75.63 %, ligeramente mayor (0.36 %) que lo cuantificado al 30 de abril del mismo año.