“Semáforo rojo, amarillo y verde en cada ciudad, a partir del 4 de mayo. Las autoridades locales tomarán la última decisión. No se descuiden: ¡La emergencia no ha terminado!”, es el anuncio que ha formulado el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, sobre la reapertura de actividades en este país sudamericano.
Por su parte, Juan Zapata, director del ECU911, indicó que desde el 12 de marzo al 25 de abril, han recibido 1.6 millones de llamadas a través de la línea única de emergencia, un incremento del 3.8% en relación al mismo periodo del año 2019. Así mismo han articulado 576 mil llamadas de emergencia, que significa un incremento del 22% respecto al año anterior.
La autoridad nuevamente lamentó el mal uso de esta línea de emergencia por parte de la ciudadanía. Del total de llamadas un 47% son innecesarias. “En cada llamada se invierte $ 2. Más de 1.5 millones botados a la basura. Cada una requiere la articulación de personal y equipos”, aseguró el vocero.
Zapata mencionó que han recibido 23.369 alertas por incumplimiento de aglomeraciones. Las ciudades de Quito, Guayaquil, Ambato y Babahoyo son las más problemáticas. Alrededor de los mercados se han registrado 2.069 incidentes con 19 disturbios en las mismas ciudades.
En lo referente a violencia de género, mencionó recibieron 10.695 llamadas, un promedio de 243 por día. “Este es un dato que nos sigue preocupando y estamos activados con otras instituciones para atenderlo”.
Un dato alentador es el descenso desde el 1 de marzo en la atención y articulación de emergencia a escala nacional. Zapata comentó que tuvieron picos el 18, 23 y 24 de marzo con un promedio de 6 mil requerimientos. Hasta la fecha hay un decrecimiento en el país del 48%. Este número en Guayas es del 72%, Santa Elena se ubica en el 35% y Pichincha presenta una curva con una ligera estabilización. “Son datos técnicos que se entregan al COE Nacional para la toma de decisiones”, refirió.
Sobre llamadas para el levantamiento de cadáveres, a escala nacional se han reducido en un 81%. “Este es un indicador que lo estamos analizando.” En lo referente a las atenciones relacionadas directamente con casos de covid-19, la reducción se ubica en un 31%.
Pero de inmediato han surgido pronunciamientos, como por ejemplo el de la prefecta de Pichincha:
“No menospreciemos lo que no conocemos, cada decisión errónea puede significar muchas muertes y más difícil de controlar”, advierten ciudadanos en redes sociales.